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Isaías 1:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

2 ¡Oíd, cielos! ¡Escucha, tierra! Así dice el Señor: «Yo crie hijos hasta hacerlos hombres, pero ellos se rebelaron contra mí.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crie hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¡Cielos y tierra, oigan! Escuchen la queja de Yavé: 'Crié hijos hasta hacerlos hombres, pero se rebelaron contra mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Oíd, cielos, y tú, tierra, escucha, que habla YHVH! Crié hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Escucha, cielo; atiende, tierra que habla Yahveh: hijos crié y eduqué, y ellos se rebelaron contra mí.

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Isaías 1:2
37 Referans Kwoze  

Así que abandonó al Señor, Dios de sus antepasados, y no anduvo en el camino del Señor.


Oíd esto, pueblos todos; escuchad, habitantes todos del mundo,


Dios convoca a los cielos y a la tierra, para que presencien el juicio de su pueblo:


El Señor ha dictado esta sentencia: «Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado,


Porque este es un pueblo rebelde; son hijos engañosos, hijos que no quieren escuchar la ley del Señor.


Israelitas, ¡volveos a aquel contra quien os habéis rebelado tan abiertamente!


Naciones, ¡acercaos a escuchar! Pueblos, ¡prestad atención! ¡Que lo oiga la tierra, y todo lo que hay en ella; el mundo, y todo lo que él produce!


Pero tú eres nuestro Padre, aunque Abraham no nos conozca ni nos reconozca Israel; tú, Señor, eres nuestro Padre; ¡tu nombre ha sido siempre «nuestro Redentor»!


Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo rebelde, que va por mal camino, siguiendo sus propias ideas.


¡Escuchadme, prestadme atención! ¡No seáis soberbios, que el Señor mismo lo ha dicho!


¡Tierra, tierra, tierra! ¡Escucha la palabra del Señor!


«¡Volveos, apóstatas, y os curaré de vuestra infidelidad!» «Aquí estamos, a ti venimos, porque tú eres el Señor nuestro Dios.


Entre llantos vendrán, y entre consuelos los conduciré. Los guiaré a corrientes de agua por un camino llano en el que no tropezarán. Yo soy el padre de Israel; mi primogénito es Efraín.


Escucha, tierra: Traigo sobre este pueblo una desgracia, fruto de sus maquinaciones, porque no prestaron atención a mis palabras, sino que rechazaron mi enseñanza.


Cuéntale una parábola a este pueblo rebelde, y adviértele que así dice el Señor omnipotente: »“Coloca la olla sobre el fuego y échale agua.


Por eso, montes de Israel, escuchad la palabra del Señor omnipotente. Así habla el Señor omnipotente a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles, a las ruinas desoladas y a los pueblos deshabitados, saqueados y escarnecidos por los pueblos vecinos.


Oíd, israelitas, esta palabra que el Señor pronuncia contra vosotros, contra toda la familia que saqué de Egipto:


Esta es la palabra que el Señor dirigió a Miqueas de Moréset, durante los reinados de Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Esta es la visión que tuvo acerca de Samaria y de Jerusalén.


Escuchad, pueblos todos; presten atención la tierra y todo lo que hay en ella. Desde su santo templo el Señor, el Señor omnipotente, será testigo contra vosotros.


Yo, en cambio, estoy lleno de poder, lleno del Espíritu del Señor, y lleno de justicia y de fuerza, para echarle en cara a Jacob su delito; para reprocharle a Israel su pecado.


»El hijo honra a su padre y el siervo, a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y, si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? Yo, el Señor Todopoderoso, os pregunto a vosotros, sacerdotes que despreciáis mi nombre. »Y encima preguntáis: “¿En qué hemos despreciado tu nombre?”


Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.


y en el desierto. Por todo el camino que habéis recorrido, hasta llegar a este lugar, habéis visto cómo el Señor vuestro Dios os ha guiado, como lo hace un padre con su hijo”.


»Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que viváis tú y tus descendientes.


«Escuchad, cielos, y hablaré; oye, tierra, las palabras de mi boca.


hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra vosotros, de que muy pronto desapareceréis de la tierra que vais a poseer al cruzar el Jordán. No viviréis allí mucho tiempo, sino que seréis destruidos por completo.


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