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Hechos 6:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

14 Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Lo hemos oído decir que ese tal Jesús de Nazaret destruirá el templo y cambiará las costumbres que Moisés nos transmitió».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Le hemos oído decir que Jesús el Nazareno destruirá este Lugar Santo y cambiará las costumbres que nos dejó Moisés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Porque lo hemos oído diciendo que este Jesús, el nazareno, destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos transmitió Moisés.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 porque le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las costumbres que nos transmitió Moisés'.

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Hechos 6:14
33 Referans Kwoze  

Mis escogidos heredarán vuestro nombre como una maldición. El Señor omnipotente os dará muerte, pero a sus siervos les dará un nombre diferente.


Pero Jeremías dijo a todos los jefes y a todo el pueblo: «El Señor me envió para profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las cosas que habéis escuchado.


que, durante el reinado de Ezequías, Miqueas de Moréset había profetizado a todo el pueblo de Judá: «Así dice el Señor Todopoderoso: “Sión será arada como un campo, Jerusalén quedará en ruinas, y la montaña del templo se volverá un bosque”.


después de las sesenta y dos semanas, se le quitará la vida al príncipe elegido. Este se quedará sin ciudad y sin santuario, porque un futuro gobernante los destruirá. El fin vendrá como una inundación, y la destrucción no cesará hasta que termine la guerra.


Ciertamente los israelitas vivirán mucho tiempo sin rey ni gobernante, sin sacrificio ni altares, ni efod ni ídolos.


Por lo tanto, por culpa vuestra Sión será como un campo arado; Jerusalén quedará en ruinas, y el monte del templo se volverá un matorral.


¡Abre tus puertas, monte Líbano, para que el fuego devore tus cedros!


Movilizaré a todas las naciones para que peleen contra ti. Te conquistarán, saquearán tus casas y violarán a tus mujeres. La mitad de tus habitantes irá al exilio, pero el resto del pueblo se quedará contigo.


que declararon: ―Este hombre dijo: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días”.


―Nosotros le oímos decir: “Destruiré este templo hecho por hombres y en tres días construiré otro, no hecho por hombres”.


Caerán a filo de espada y los llevarán cautivos a todas las naciones. Los gentiles pisotearán Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos.


―En cuanto a todo esto que veis, llegará el día en que no quedará piedra sobre piedra; todo será derribado.


―Destruid este templo —respondió Jesús—, y lo levantaré de nuevo en tres días.


―Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.


Algunos que habían llegado de Judea a Antioquía se pusieron a enseñar a los hermanos: «A menos que os circuncidéis, conforme a la tradición de Moisés, no podéis ser salvos».


Ahora bien, han oído decir que tú enseñas que se aparten de Moisés todos los judíos que viven entre los gentiles. Les recomiendas que no circunciden a sus hijos ni vivan según nuestras costumbres.


Pablo se defendía: ―No he cometido ninguna falta ni contra la ley de los judíos ni contra el templo ni contra el emperador.


sobre todo porque tú estás bien informado de todas las tradiciones y controversias de los judíos. Por eso te ruego que me escuches con paciencia.


Tres días más tarde, Pablo convocó a los dirigentes de los judíos. Cuando estuvieron reunidos, les dijo: ―A mí, hermanos, a pesar de no haber hecho nada contra mi pueblo ni contra las costumbres de nuestros antepasados, me arrestaron en Jerusalén y me entregaron a los romanos.


Entonces, ¿cuál era el propósito de la ley? Fue añadida por causa de las transgresiones hasta que viniera la descendencia a la cual se hizo la promesa. La ley se promulgó por medio de ángeles, por conducto de un mediador.


Antes de venir esta fe, la ley nos tenía presos, encerrados hasta que la fe se revelara.


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