Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Hebreos 6:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

18 Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Así que Dios ha hecho ambas cosas: la promesa y el juramento. Estas dos cosas no pueden cambiar, porque es imposible que Dios mienta. Por lo tanto, los que hemos acudido a él en busca de refugio podemos estar bien confiados aferrándonos a la esperanza que está delante de nosotros.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Tenemos, pues, promesa y juramento, dos cosas irrevocables en las que Dios no puede mentir y que nos dan plena seguridad cuando dejamos todo para aferrarnos a nuestra esperanza.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un poderoso estímulo los que hemos huido en busca de seguridad, para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros;

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 para que por estas dos cosas irrevocables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos poderoso aliento los que nos acogemos a él, para asirnos a la esperanza que se nos presenta.

Gade chapit la Kopi




Hebreos 6:18
46 Referans Kwoze  

Pero date prisa y huye de una vez, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allí. Por eso aquella ciudad recibió el nombre de Zoar.


Joab había conspirado con Adonías, aunque no con Absalón, así que, al oír que Adonías había muerto, fue a refugiarse en el santuario del Señor, agarrándose de los cuernos del altar.


El Señor ha jurado y no cambiará de parecer: «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec».


Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.


Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio! Selah


Ella es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen!


Aférrate a la instrucción, no la dejes escapar; cuídala bien, porque ella es tu vida.


a menos que ella acudiera a mi refugio e hiciera las paces conmigo, sí, que hiciera las paces conmigo».


«Soy yo mismo el que los consuela. ¿Quién eres tú, que temes a los hombres, a simples mortales, que no son más que hierba?


Porque así dice el Señor: «A los eunucos que observen mis sábados, que elijan lo que me agrada y sean fieles a mi pacto,


Nadie invoca tu nombre, ni se esfuerza por aferrarse a ti. Pues nos has dado la espalda y nos has entregado en poder de nuestras iniquidades.


Volved a vuestra fortaleza, cautivos de la esperanza, pues hoy mismo os hago saber que os devolveré el doble.


Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.


Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les advirtió: «¡Camada de víboras! ¿Quién os dijo que podríais escapar del castigo que se acerca?


Ahora bien, en Jerusalén había un hombre llamado Simeón, que era justo y devoto, y aguardaba con esperanza la redención de Israel. El Espíritu Santo estaba con él


Que el Dios que infunde aliento y perseverancia os conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús,


Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para demostrar así su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados;


¡De ninguna manera! Dios es siempre veraz, aunque el hombre sea mentiroso. Así está escrito: «Por eso, eres justo en tu sentencia, y triunfarás cuando te juzguen».


Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.


Por tanto, si sentís algún estímulo en vuestra unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable,


con tal de que os mantengáis firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio. Este es el evangelio que vosotros oísteis y que ha sido proclamado en toda la creación debajo del cielo, y del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor.


A estos Dios se propuso darles a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.


a causa de la esperanza reservada para vosotros en el cielo. De esta esperanza ya habéis sabido por la palabra de verdad, que es el evangelio


y esperar del cielo a Jesús, su Hijo a quien resucitó, que nos libra del castigo venidero.


Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza,


Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos.


si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo.


Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación.


Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe.


Así que, en mi enojo, hice este juramento: “Jamás entrarán en mi reposo”».


Cristo, en cambio, es fiel como Hijo al frente de la casa de Dios. Y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos nuestra confianza y la esperanza que nos enorgullece.


Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con un juramento.


ya que no perfeccionó nada. Y, por la otra, se introduce una esperanza mejor, mediante la cual nos acercamos a Dios.


mientras que este llegó a serlo con el juramento de aquel que le dijo: «El Señor ha jurado, y no cambiará de parecer: “Tú eres sacerdote para siempre”».


Así, cualquier persona que mate a otra accidentalmente o sin premeditación podrá huir a esas ciudades para refugiarse del vengador del delito de sangre.


Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros.


El que cree en el Hijo de Dios acepta este testimonio. El que no cree en Dios lo hace pasar por mentiroso, por no haber creído el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.


En verdad, el que es la Gloria de Israel no miente ni cambia de parecer, pues no es hombre para que se arrepienta.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite