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Hebreos 11:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

7 Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Fue por la fe que Noé construyó un barco grande para salvar a su familia del diluvio en obediencia a Dios, quien le advirtió de cosas que nunca antes habían sucedido. Por su fe, Noé condenó al resto del mundo y recibió la justicia que viene por la fe.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Por la fe Noé escuchó el anuncio de acontecimientos que no se podían anticipar, y construyó el arca en que iba a salvarse con su familia. La fe de Noé condenaba a sus contemporáneos, y por ella alcanzó la verdadera rectitud, fruto de la fe.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Por fe Noé, habiendo sido advertido acerca de cosas que aún no se veían, movido de reverente temor construyó un° arca para salvación° de su casa, y mediante esa fe condenó al mundo, y fue heredero de la justicia que es según fe.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Por la fe Noé, advertido por Dios sobre cosas que aún no se veían, con religioso sentido empezó a construir un arca para salvar a su familia, y por medio de esa fe condenó al mundo y vino a ser heredero de la justicia según fe.

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Hebreos 11:7
41 Referans Kwoze  

Lot salió para hablar con sus futuros yernos, es decir, con los prometidos de sus hijas. ―¡Apresuraos! —les dijo—. ¡Abandonad la ciudad, porque el Señor está a punto de destruirla! Pero ellos creían que Lot estaba bromeando,


le dijo a Noé: «He decidido acabar con toda la gente, pues por causa de ella la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra.


Y Noé hizo todo según lo que Dios le había mandado.


Esta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo y honrado entre su gente. Siempre anduvo fielmente con Dios.


Dios borró de la faz de la tierra a todo ser viviente, desde los seres humanos hasta los ganados, los reptiles y las aves del cielo. Todos fueron borrados de la faz de la tierra. Solo quedaron Noé y los que estaban con él en el arca.


Noé hizo todo de acuerdo con lo que el Señor le había mandado.


«Sal del arca junto con tus hijos, tu esposa y tus nueras.


En seguida la mujer dejó a Eliseo y se fue. Luego se encerró con sus hijos y empezó a llenar las vasijas que ellos le pasaban.


Hagas el mal o hagas el bien, los únicos afectados serán tus semejantes.


El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.


El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.


Y, aun si Noé, Daniel y Job vivieran en ese país, solo ellos se salvarían por su justicia. Lo afirmo yo, el Señor omnipotente.


aun si Noé, Daniel y Job vivieran allí, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Solo ellos se salvarían por su justicia. ¡Yo, el Señor omnipotente, lo juro por mí mismo!


Como escuchó el sonido de la trompeta, pero no le hizo caso, será responsable de su propia muerte, pues si hubiera estado atento se habría salvado.


Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.


»Así que, cuando veáis en el lugar santo “el horrible sacrilegio”, del que habló el profeta Daniel (el que lee, que lo entienda),


Tened en cuenta que os lo he dicho de antemano.


Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca;


Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les advirtió: «¡Camada de víboras! ¿Quién os dijo que podríais escapar del castigo que se acerca?


»Tal como sucedió en tiempos de Noé, así también será cuando venga el Hijo del hombre.


De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe».


Pero la justicia que se basa en la fe afirma: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?” (es decir, para hacer bajar a Cristo),


Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción,


Es más, cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que creen, aunque no hayan sido circuncidados, y a estos se les toma en cuenta su fe como justicia.


En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia.


¿Qué concluiremos? Pues que los gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe.


Nosotros, en cambio, por obra del Espíritu y mediante la fe, aguardamos con ansia la justicia que es nuestra esperanza.


y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe.


Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.


Tened cuidado de no rechazar al que habla, pues, si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta desde el cielo.


En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión.


Estos sacerdotes sirven en un santuario que es copia y sombra del que está en el cielo, tal como se le advirtió a Moisés cuando estaba a punto de construir el tabernáculo: «Asegúrate de hacerlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña».


que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella solo pocas personas, ocho en total, se salvaron mediante el agua,


Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo habéis recibido una fe tan preciosa como la nuestra.


Tampoco perdonó al mundo antiguo cuando mandó un diluvio sobre los impíos, aunque protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, predicador de la justicia.


Por la palabra y el agua, el mundo de aquel entonces pereció inundado.


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