Habacuc 1:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

⁹ Vienen en son de violencia; avanzan sus hordas como el viento del desierto, hacen prisioneros como quien recoge arena.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ »Vienen sin tregua, decididos a la violencia. Sus multitudes avanzan como el viento del desierto, barriendo cautivos a su paso como si fueran arena.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ sus jinetes galopan y vienen desde lejos, vuelan como el águila que se precipita sobre su presa. Se lanzan juntos al asalto, sin mirar más que a su presa, y amontonan los cautivos como arena.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Todos ellos vienen en son de violencia. Sus rostros están fijos hacia el viento del oriente, y recogen cautivos como arena.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Vienen todos para hacer violencia, con rostros ardientes como viento solano, amontonan cautivos como arena.

Habacuc 1:9 Referans Kwoze

Génesis 41:49

Juntó alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogió que dejó de contabilizarlo. ¡Ya no había forma de mantener el control!

2 Reyes 12:17

Por aquel tiempo, Jazael, rey de Siria, atacó la ciudad de Gat y la conquistó; luego se propuso atacar Jerusalén.

Job 29:18

»Llegué a pensar: “Moriré en mi propia casa; mis días serán incontables como la arena del mar.

Salmos 139:18

Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena. Y, si terminara de hacerlo, aún estaría a tu lado.

Isaías 27:8

Contendió con él con guerra y destierro; lo expulsó con su soplo violento al soplar el viento del este.

Jeremías 15:8

Haré que sus viudas sean más numerosas que la arena de los mares; en pleno día enviaré destrucción contra las madres de los jóvenes. De repente haré que caigan sobre ellas la angustia y el pavor.

Jeremías 25:9

yo haré que vengan todos los pueblos del norte, y también mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas, y los destruiré por completo: ¡los convertiré en objeto de horror, de burla y de eterna desolación! —afirma el Señor—.

Jeremías 34:22

Voy a dar una orden —afirma el Señor—, y los haré volver a esta ciudad. La atacarán y, después de tomarla, la incendiarán. Dejaré a las ciudades de Judá en total desolación, sin habitantes”».

Jeremías 4:11

En aquel tiempo se les dirá a este pueblo y a Jerusalén: «Desde las estériles lomas del desierto sopla un viento abrasador en dirección a la capital de mi pueblo. No es el viento que sirve para aventar ni para limpiar el trigo;

Jeremías 4:7

Un león ha salido del matorral, un destructor de naciones se ha puesto en marcha; ha salido de su lugar de origen para desolar tu tierra; tus ciudades quedarán en ruinas y totalmente despobladas.

Ezequiel 17:10

¿Prosperará aunque sea trasplantada? ¿Acaso el viento del este no la marchitará cuando la azote? ¡Claro que sí se marchitará en el lugar donde había nacido!»

Ezequiel 19:12

Pero fue desarraigada con furia y arrojada al suelo. El viento del este la dejó marchita, y la gente le arrancó sus frutos. Secas quedaron sus vigorosas ramas, y fueron consumidas por el fuego.

Daniel 11:17

El rey del norte se dispondrá a atacar con todo el poder de su reino, pero hará una alianza con el rey del sur: este le dará a su hija en matrimonio, con miras a derrocar su reino, pero sus planes no tendrán el éxito esperado.

Oseas 1:10

»Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó: “Pueblo ajeno”, se les llamará: “Hijos del Dios viviente”.

Oseas 13:15

Aunque Efraín prospere entre sus hermanos, vendrá el viento del Señor, el viento solano que se levanta del desierto, y se agotarán sus fuentes y manantiales. ¡Y arrebatará sus tesoros, todos sus objetos preciosos!

Habacuc 1:17

¿Continuará vaciando sus redes y matando sin piedad a las naciones?

Habacuc 1:6

Estoy incitando a los caldeos, ese pueblo despiadado e impetuoso, que recorre toda la tierra para apoderarse de territorios ajenos.

Romanos 9:27

Isaías, por su parte, proclama respecto de Israel: «Aunque los israelitas sean tan numerosos como la arena del mar, solo el remanente será salvo;

Jueces 7:12

Los madianitas, los amalecitas y todos los otros pueblos del oriente que se habían establecido en el valle eran numerosos como langostas. Sus camellos eran incontables, como la arena a la orilla del mar.