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Génesis 37:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

24 lo agarraron y lo echaron en una cisterna que estaba vacía y seca.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Después lo agarraron y lo tiraron en la cisterna. Resulta que la cisterna estaba vacía; no tenía nada de agua adentro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 lo tomaron y lo arrojaron a una cisterna que estaba seca, sin agua.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 y lo tomaron, y lo arrojaron en la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 lo agarraron y lo arrojaron a la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía. No tenía agua.

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Génesis 37:24
12 Referans Kwoze  

Cuando José llegó adonde estaban sus hermanos, le arrancaron la túnica muy elegante,


Luego se sentaron a comer. En eso, al levantar la vista, divisaron una caravana de ismaelitas que venía de Galaad. Sus camellos estaban cargados de perfumes, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto.


pero se decían unos a otros: ―Sin duda estamos sufriendo las consecuencias de lo que hicimos con nuestro hermano. Aunque vimos su angustia cuando nos suplicaba que le tuviéramos compasión, no le hicimos caso. Por eso ahora nos vemos en aprietos.


Ya que sin motivo me tendieron una trampa, y sin motivo cavaron una fosa para mí,


Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme.


Me has echado en el foso más profundo, en el más tenebroso de los abismos.


Me has quitado a todos mis amigos y ante ellos me has hecho aborrecible. Estoy aprisionado y no puedo librarme;


Ellos tomaron a Jeremías y, bajándolo con cuerdas, lo echaron en la cisterna del patio de la guardia, la cual era de Malquías, el hijo del rey. Pero, como en la cisterna no había agua, sino lodo, Jeremías se hundió en él.


También cayó en sus redes el ungido del Señor, que era nuestra razón de vivir. Era él de quien decíamos: ¡Viviremos bajo su sombra entre las naciones!


En cuanto a ti, por la sangre de mi pacto contigo libraré de la cisterna seca a tus cautivos.


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