Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 33:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

15 ―Está bien —accedió Esaú—, pero permíteme dejarte algunos de mis hombres para que te acompañen. ―¿Para qué te vas a molestar? —contestó Jacob—. Lo importante es que me he ganado tu confianza.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y Jacob dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 —De acuerdo —dijo Esaú—, pero déjame al menos asignarte a algunos de mis hombres para que los guíen y los protejan. —No es necesario —respondió Jacob—. ¡Basta que me hayas recibido amigablemente, mi señor!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Respondió Esaú: 'Por lo menos acepta que se queden contigo algunos de los hombres que me acompañan.. Jacob replicó: 'No es necesario si tengo paz contigo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y dijo Esaú: Dejaré ahora contigo parte de la gente que viene conmigo. Pero él respondió: ¿Esto para qué? Halle gracia a ojos de mi señor.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Contestó Esaú: 'Quiero al menos dejar contigo parte de la gente que va conmigo'. Replicó Jacob: '¿Para qué? Me basta haber conseguido la benevolencia de mi señor'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 33:15
8 Referans Kwoze  

Cuando los mensajeros regresaron, le dijeron a Jacob: «Fuimos a hablar con tu hermano Esaú, y ahora viene a tu encuentro, acompañado de cuatrocientos hombres».


Aquel mismo día, Esaú regresó a Seír.


Siquén, por su parte, les dijo al padre y a los hermanos de Dina: ―Si vosotros me halláis digno de vuestro favor, yo os daré lo que me pidáis.


―¡Tú nos has salvado la vida, y hemos contado con tu favor! —respondieron ellos—. ¡Seremos esclavos del faraón!


―Bueno —replicó el rey—, todo lo que antes fue de Mefiboset ahora es tuyo. ―¡A tus pies, mi señor y rey! —exclamó Siba—. ¡Que cuente yo siempre con tu favor!


―¡Ojalá siga yo siendo de tu agrado, mi señor! —contestó ella—. Tú me has consolado y me has hablado con cariño, aunque ni siquiera soy como una de tus siervas.


―Gracias. Ojalá favorezcas siempre a esta tu sierva. Con esto, Ana se despidió y se fue a comer. Desde ese momento, su semblante cambió.


Pregúntales a tus criados, y ellos mismos te lo confirmarán. Por tanto, te agradeceré que recibas bien a mis hombres, pues este día hay que celebrarlo. Dales, por favor, a tus siervos y a tu hijo David lo que tengas a mano”».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite