Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Génesis 3:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Con el sudor de tu frente obtendrás alimento para comer hasta que vuelvas a la tierra de la que fuiste formado. Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo volverás».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Con el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado. Sepas que eres polvo y al polvo volverás.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que retornes a la tierra, Porque de ella fuiste tomado, Pues polvo eres° y al polvo volverás.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres y al polvo volverás'.

Gade chapit la Kopi




Génesis 3:19
33 Referans Kwoze  

Abraham le dijo: ―Reconozco que he sido muy atrevido al dirigirme a mi Señor, yo, que apenas soy polvo y ceniza.


Y Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente.


―Entre vosotros yo soy un extranjero; no obstante, quiero pediros que me vendáis un sepulcro para enterrar a mi esposa.


La tierra te producirá cardos y espinas, y comerás hierbas silvestres.


De modo que Adán murió a los novecientos treinta años de edad.


Entonces dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!»


Recuerda que tú me modelaste, como al barro; ¿vas ahora a devolverme al polvo?


Y, cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos.


¡En el polvo yacen unos y otros, todos ellos cubiertos de gusanos!


todo el género humano perecería, ¡la humanidad entera volvería a ser polvo!


¡cuánto más a los que habitan en casas de barro cimentadas sobre el polvo y expuestos a ser aplastados como polilla!


Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro.


Sale entonces la gente a cumplir sus tareas, a hacer su trabajo hasta el anochecer.


Si escondes tu rostro, se aterran; si les quitas el aliento, mueren y vuelven al polvo.


En vano madrugáis, y os acostáis muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.


Se ha secado mi vigor como una teja; la lengua se me pega al paladar. ¡Me has hundido en el polvo de la muerte!


Festejarán y adorarán todos los ricos de la tierra; ante él se postrarán todos los que bajan al polvo, los que no pueden conservar su vida.


Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, cuando dices: «¡Volveos al polvo, mortales!»


Quien se aparta de la senda del discernimiento irá a parar entre los muertos.


Y me dediqué de lleno a explorar e investigar con sabiduría todo cuanto se hace bajo el cielo. ¡Penosa tarea ha impuesto Dios al género humano para abrumarlo con ella!


¿Qué provecho saca el hombre de tanto afanarse en esta vida?


Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.


y todo va hacia el mismo lugar. »Todo surgió del polvo, y al polvo todo volverá.


Tal como salió del vientre de su madre, así se irá: desnudo como vino al mundo, y sin llevarse el fruto de tanto trabajo.


y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas.


El primer hombre era del polvo de la tierra; el segundo hombre, del cielo.


El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.


Recordaréis, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamaros el evangelio de Dios, y cómo trabajamos día y noche para no seros una carga.


Porque, incluso cuando estábamos con vosotros, os ordenamos: «El que no quiera trabajar, que tampoco coma».


Y así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite