Génesis 24:59 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

⁵⁹ Entonces dejaron ir a su hermana Rebeca y a su nodriza con el criado de Abraham y sus acompañantes.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁵⁹ Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus hombres.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵⁹ Entonces se despidieron de Rebeca y la enviaron con el siervo de Abraham y sus hombres. La mujer que había sido niñera de Rebeca la acompañó.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵⁹ Entonces dejaron partir a su hermana Rebeca y a su nodriza con el servidor de Abrahán y sus hombres.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵⁹ Entonces despidieron a su hermana Rebeca, a su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵⁹ Entonces dejaron ir a Rebeca, su hermana, y a su nodriza, con el criado de Abrahán y sus hombres.

Génesis 24:59 Referans Kwoze

Génesis 24:50

Labán y Betuel respondieron: ―Sin duda todo esto proviene del Señor, y nosotros no podemos decir ni que sí ni que no.

Génesis 24:53

Luego sacó joyas de oro y de plata, y vestidos, y se los dio a Rebeca. También entregó regalos a su hermano y a su madre.

Génesis 24:54

Más tarde, él y sus acompañantes comieron y bebieron, y pasaron allí la noche. A la mañana siguiente, cuando se levantaron, el criado de Abraham dijo: ―Dejadme ir a la casa de mi amo.

Génesis 24:58

Así que llamaron a Rebeca y le preguntaron: ―¿Quieres irte con este hombre? ―Sí —respondió ella.

Génesis 24:60

Y bendijeron a Rebeca con estas palabras: «Hermana nuestra: ¡que seas madre de millares! ¡Que dominen tus descendientes las ciudades de sus enemigos!»

Génesis 35:8

Por esos días murió Débora, la nodriza de Rebeca, y la sepultaron a la sombra de la encina que se encuentra cerca de Betel. Por eso Jacob llamó a ese lugar Elón Bacut.

Números 11:12

¿Acaso yo lo concebí, o lo di a luz, para que me exijas que lo lleve en mi regazo, como si fuera su nodriza, y lo lleve hasta la tierra que les prometiste a sus antepasados?

1 Tesalonicenses 2:5

Como sabéis, nunca hemos recurrido a las adulaciones ni a las excusas para obtener dinero; Dios es testigo.