Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Ezequiel 12:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

2 «Hijo de hombre, vives en medio de un pueblo rebelde. Tienen ojos para ver, pero no ven; tienen oídos para oír, pero no oyen. ¡Son un pueblo rebelde!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Hijo de hombre, tú vives entre rebeldes que tienen ojos pero se niegan a ver; tienen oídos pero se niegan a oír, porque son un pueblo rebelde.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Hijo de hombre, tú vives en medio de rebeldes, que tienen ojos para ver pero no ven, oídos para oír y no oyen. Realmente son una banda de rebeldes.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven; y tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 'Hijo de hombre, estás viviendo entre gente rebelde, que tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, pues son gente rebelde.

Gade chapit la Kopi




Ezequiel 12:2
46 Referans Kwoze  

Con todo, no hicieron caso, sino que fueron tan tercos como lo habían sido sus antepasados, que no confiaron en el Señor su Dios.


Rechazaron los decretos y las advertencias del Señor y el pacto que él había hecho con sus antepasados. Se fueron tras ídolos inútiles, de modo que se volvieron inútiles ellos mismos; y, aunque el Señor lo había prohibido, siguieron las costumbres de las naciones vecinas.


¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, y lo entristecieron en los páramos!


Tus gobernantes son rebeldes, cómplices de ladrones; todos aman el soborno y van tras los regalos. No abogan por el huérfano, ni se ocupan de la causa de la viuda.


El Señor ha dictado esta sentencia: «Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado,


Porque este es un pueblo rebelde; son hijos engañosos, hijos que no quieren escuchar la ley del Señor.


Sacad al pueblo ciego, aunque tiene ojos, al pueblo sordo, aunque tiene oídos.


No saben nada, no entienden nada; sus ojos están velados, y no ven; su mente está cerrada, y no entienden.


Entonces grité: «¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!»


Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo rebelde, que va por mal camino, siguiendo sus propias ideas.


La rodean como quien cuida un campo, porque ella se rebeló contra mí —afirma el Señor—.


Escucha esto, pueblo necio e insensato, que tiene ojos, pero no ve, que tiene oídos, pero no oye.


Pero este pueblo tiene un corazón terco y rebelde; se ha descarriado, ha sido infiel.


Con todo, no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que se obstinaron y fueron peores que sus antepasados”.


El Señor me habló diciendo:


Porque yo, el Señor, hablaré, y lo que diga se cumplirá sin retraso. Pueblo rebelde, mientras vosotros aún tengáis vida, yo cumpliré mi palabra. Lo afirma el Señor omnipotente”».


«Pregunta a este pueblo rebelde si tiene idea de lo que significa todo esto. Recuérdale que el rey de Babilonia vino a Jerusalén y se llevó a su país al rey de Judá y a sus funcionarios.


Me dijo: «Hijo de hombre, te voy a enviar a los israelitas. Es una nación rebelde que se ha sublevado contra mí. Ellos y sus antepasados se han rebelado contra mí hasta el día de hoy.


Cuéntale una parábola a este pueblo rebelde, y adviértele que así dice el Señor omnipotente: »“Coloca la olla sobre el fuego y échale agua.


¡Te haré inquebrantable como el diamante, inconmovible como la roca! No les tengas miedo ni te asustes, por más que sean un pueblo rebelde».


»Adviértele a este pueblo rebelde de Israel que así dice el Señor omnipotente: “Pueblo de Israel, ¡basta ya de tus prácticas detestables!


para que »“por mucho que vean, no perciban; y por mucho que oigan, no entiendan; no sea que se conviertan y sean perdonados”.


«A vosotros se os ha concedido que conozcáis los secretos del reino de Dios —les contestó—; pero a los demás se les habla por medio de parábolas para que »“aunque miren, no vean; aunque oigan, no entiendan”.


«Les ha cegado los ojos y endurecido el corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón ni se conviertan; y yo los sane».


Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque solo se quita en Cristo.


A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza de su corazón, estos tienen oscurecido el entendimiento y están alejados de la vida que proviene de Dios.


Con vuestros propios ojos visteis aquellas grandes pruebas, señales y maravillas.


Pero hasta este día el Señor no os ha dado mente para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.


pues sé cuán tercos y rebeldes sois. Si fuisteis rebeldes contra el Señor mientras viví con vosotros, ¡cuánto más lo seréis después de mi muerte!


¡Desde que os conozco habéis sido rebeldes al Señor!


»Recuerda esto, y nunca olvides cómo provocaste la ira del Señor tu Dios en el desierto. Desde el día en que saliste de Egipto hasta tu llegada aquí, has sido rebelde contra el Señor.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite