Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Éxodo 22:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

28 »No blasfemes nunca contra Dios, ni maldigas al jefe de tu pueblo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

28 No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

28 »No deshonres a Dios ni insultes a ninguno de tus gobernantes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

28 No tardarás en ofrecerme mi parte de tus frutos y de tu cosecha. Me darás el primogénito de tus hijos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

28 No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 No retrasás la ofrenda de la abundancia de tu era y de tu lagar. Me entregarás el primogénito de tus hijos.

Gade chapit la Kopi




Éxodo 22:28
28 Referans Kwoze  

Cuando el rey David llegó a Bajurín, salía de allí un hombre de la familia de Saúl, llamado Simí hijo de Guerá. Este se puso a maldecir,


Abisay hijo de Sarvia le dijo al rey: ―¿Cómo se atreve este perros muerto a maldecir a mi señor el rey? ¡Déjame que vaya y le corte la cabeza!


Pero Abisay hijo de Sarvia exclamó: ―¡Simí maldijo al ungido del Señor, y merece la muerte!


Poned frente a él a dos sinvergüenzas y hacedles testificar que él ha maldecido tanto a Dios como al rey. Luego sacadlo y matadlo a pedradas».


Señor, quiero alabarte de todo corazón, y cantarte salmos delante de los dioses.


Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán.


le dedicaréis al Señor el primogénito de todo vientre, y todo primer macho de vuestro ganado, pues estos le pertenecen al Señor.


«Conságrame el primogénito de todo vientre. Míos son todos los primogénitos israelitas y todos los primeros machos de sus animales».


»El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte.


»La fiesta de la cosecha la celebrarás cuando recojas las primicias de tus siembras. »La fiesta de recolección de fin de año la celebrarás cuando recojas tus cosechas.


»Llevarás a la casa del Señor tu Dios lo mejor de tus primicias. »No cocerás ningún cabrito en la leche de su madre.


No maldigas al rey ni con el pensamiento, ni en privado maldigas al rico, pues las aves del cielo pueden correr la voz. Tienen alas y pueden divulgarlo.


Pero el hijo de la mujer israelita, al lanzar una maldición, pronunció el nombre del Señor; así que se lo llevaron a Moisés. (El nombre de su madre era Selomit hija de Dibrí, de la tribu de Dan).


Diles a los israelitas: “Todo el que blasfeme contra su Dios sufrirá las consecuencias de su pecado”.


Además, todo el que pronuncie el nombre del Señor al maldecir a su prójimo será condenado a muerte. Toda la asamblea lo apedreará. Sea extranjero o nativo, si pronuncia el nombre del Señor al maldecir a su prójimo, será condenado a muerte.


―¡Hipócrita, a ti también te va a golpear Dios! —reaccionó Pablo—. ¡Ahí estás sentado para juzgarme según la ley!, ¿y tú mismo violas la ley al mandar que me golpeen?


―Hermanos, no me había dado cuenta de que es el sumo sacerdote —respondió Pablo—; de hecho, está escrito: “No hables mal del jefe de tu pueblo”.


Dad a todos el debido respeto: amad a los hermanos, temed a Dios, respetad al rey.


Esto les espera sobre todo a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza humana y desprecian la autoridad del Señor. ¡Atrevidos y arrogantes que son! No tienen reparo en insultar a los seres celestiales,


De la misma manera estos individuos, llevados por sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian la autoridad y maldicen a los seres celestiales.


Tú podrás ver con tus propios ojos que hoy mismo, en esta cueva, el Señor te había entregado en mis manos. Mis hombres me incitaban a que te matara, pero yo respeté tu vida y dije: “No puedo alzar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor”.


y les dijo a sus hombres: ―¡Que el Señor me libre de hacerle al rey lo que vosotros sugerís! No puedo alzar la mano contra él, porque es el ungido del Señor.


―¡No lo mates! —exclamó David— ¿Quién puede impunemente alzar la mano contra el ungido del Señor?


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite