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Éxodo 15:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

15 Los jefes edomitas se llenarán de terror; temblarán de miedo los caudillos de Moab. Los cananeos perderán el ánimo,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los moradores de Canaán.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Los líderes de Edom están aterrados; los nobles de Moab tiemblan. Todos los que viven en Canaán se desvanecen;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 los jefes de Edom vacilan y los generales de Moab se asustan, se angustian los pobladores de Canaán:

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y se turbaron los caudillos de Edom, A los fuertes de Moab los asaltó el temblor, Y todos los moradores de Canaán se desmayaron.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 los jefes de Edom se estremecieron, de los jefes de Moab se apoderó el espanto; todas las gentes de Canaán se desmoronan.

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Éxodo 15:15
24 Referans Kwoze  

Estos fueron los jefes de los descendientes de Esaú: De los hijos de Elifaz, primogénito de Esaú, los jefes fueron Temán, Omar, Zefo, Quenaz,


Coré, Gatán y Amalec. Estos fueron los jefes de los descendientes de Elifaz en la tierra de Edom, y todos ellos fueron nietos de Ada.


Estos son los nombres de los jefes que descendieron de Esaú, cada uno según su clan y región: Timná, Alvá, Jetet,


Entonces aun los soldados más valientes, que son tan bravos como un león, se van a acobardar, pues todos los israelitas saben que David, tu padre, es un gran soldado y cuenta con hombres muy valientes.


pero al verla quedaron pasmados, y asustados emprendieron la retirada.


Que desaparezcan del todo, como humo que se disipa con el viento; que perezcan ante Dios los impíos, como cera que se derrite en el fuego.


Por eso todas las manos desfallecen, todo el mundo pierde el ánimo.


Profecía contra Egipto: ¡Mirad al Señor! Llega a Egipto montado sobre una nube ligera. Los ídolos de Egipto tiemblan en su presencia; el corazón de los egipcios desfallece en su interior.


Mensaje acerca de Damasco: «Jamat y Arfad están desconcertadas, pues ya saben de la mala noticia. Naufragan en el mar de la angustia, y no pueden calmarse.


Y, cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por la noticia de lo que va a suceder. Esta noticia hará que todos los corazones desfallezcan, que se dejen caer todos los brazos, y que tiemblen todas las rodillas. ¡Ya está a punto de llegar! ¡Ya es una realidad! Yo, el Señor, lo afirmo».


¡Destrucción, desolación, devastación! Desfallecen los corazones, tiemblan las rodillas, se estremecen los cuerpos, palidecen los rostros.


Se detiene, y la tierra se estremece; lanza una mirada, y las naciones tiemblan. Se desmoronan las antiguas montañas y se desploman las viejas colinas, pero los caminos de Dios son eternos.


He visto afligidos los campamentos de Cusán, y angustiadas las moradas de Madián.


Dale estas órdenes al pueblo: ‘Pronto pasaréis por el territorio de vuestros hermanos, los descendientes de Esaú, que viven en Seír. Aunque ellos os tienen miedo a vosotros, tened mucho cuidado;


Y añadirán los oficiales: “Si alguno de vosotros es miedoso o cobarde, que vuelva a su casa, no sea que desanime también a sus hermanos”.


Mis compañeros de viaje, por el contrario, desanimaron a la gente y le infundieron temor. Pero yo me mantuve fiel al Señor mi Dios.


Por eso estamos todos tan amedrentados y descorazonados frente a vosotros. Yo sé que el Señor y Dios es Dios de dioses tanto en el cielo como en la tierra.


«El Señor ha entregado todo el país en nuestras manos. ¡Todos sus habitantes tiemblan de miedo ante nosotros!»


y les dijo: ―Yo sé que el Señor os ha dado esta tierra, y por eso estamos aterrorizados; todos los habitantes del país están muertos de miedo ante vosotros.


En efecto, un gran pánico invadió a todos los reyes amorreos que estaban al oeste del Jordán y a los reyes cananeos de la costa del Mediterráneo cuando se enteraron de que el Señor había secado el Jordán para que los israelitas lo cruzaran. ¡No se atrevían a hacerles frente!


Desde Guibeá de Benjamín, los centinelas de Saúl podían ver que el campamento huía en desbandada.


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