Ester 4:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 20173 En cada provincia adonde llegaban el edicto y la orden del rey, había gran duelo entre los judíos, con ayuno, llanto y lamentos. Muchos de ellos, vestidos de luto, se tendían sobre la ceniza. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19603 Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente3 A medida que la noticia del decreto real llegaba a todas las provincias, había más duelo entre los judíos. Ayunaban, lloraban y se lamentaban, y muchos se vestían con tela áspera y se acostaban sobre ceniza. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)3 En las provincias, a medida que fueron llegando la orden y el decreto, sólo se vio entre los judíos duelo, ayuno, lágrimas y lamentaciones; muchos se acostaron en la ceniza cubiertos de saco. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion3 Y en cada una de las provincias, dondequiera llegaba la orden del rey y su edicto, hubo gran duelo entre los judíos: ayuno y llanto y lamentaciones, y el saco y la ceniza llegaron a ser cama para muchos. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19753 En cada una de las provincias, allí donde llegaban la orden y el decreto del rey, había entre los judíos gran duelo y ayuno y llanto y lamentaciones; y muchos se acostaban sobre sayal y ceniza. Gade chapit la |
El día trece del mes primero se convocó a los secretarios del rey. Redactaron en la escritura de cada provincia y en el idioma de cada pueblo todo lo que Amán ordenaba a los sátrapas del rey, a los intendentes de las diversas provincias y a los funcionarios de los diversos pueblos. Todo se escribió en nombre del rey Asuero y se selló con el anillo real.
«Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no comáis ni bebáis, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que vosotros. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!»