Efesios 3:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¹⁷ para que por fe Cristo habite en vuestros corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que estén arraigados en el amor y en él puedan edificarse.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ para que habite el Mesías por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ para que Cristo habite, mediante la fe, en vuestro corazón y para que, arraigados y cimentados en el amor,

Efesios 3:17 Referans Kwoze

Isaías 57:15

Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.

Mateo 13:6

pero, cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron.

Lucas 6:48

Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que, cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida.

Juan 14:17

el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero vosotros sí lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.

Juan 14:23

Le contestó Jesús: ―El que me ama obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.

Juan 17:23

yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.

Juan 6:56

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Romanos 5:5

Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.

1 Corintios 3:6

Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.

1 Corintios 8:1

En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, es cierto que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mientras que el amor edifica.

2 Corintios 13:5

Examinaos para ver si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os dais cuenta de que Cristo Jesús está en vosotros? ¡A menos que fracaséis en la prueba!

2 Corintios 6:16

¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo». Por tanto, el Señor añade:

Gálatas 2:20

He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.

Gálatas 5:6

En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.

Colosenses 1:23

con tal de que os mantengáis firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin abandonar la esperanza que ofrece el evangelio. Este es el evangelio que vosotros oísteis y que ha sido proclamado en toda la creación debajo del cielo, y del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor.

Colosenses 1:27

A estos Dios se propuso darles a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.

Colosenses 2:7

arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se os enseñó, y llenos de gratitud.

1 Juan 4:16

Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor permanece en Dios, y Dios en él.

1 Juan 4:4

Vosotros, queridos hijos, sois de Dios y habéis vencido a esos falsos profetas, porque el que está en vosotros es más poderoso que el que está en el mundo.

Apocalipsis 3:20

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.