Deuteronomio 27:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¹³ »Sobre el monte Ebal estarán estas otras, para pronunciar las maldiciones: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹³ Y estos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹³ Y las tribus de Rubén, de Gad, de Aser, de Zabulón, de Dan y de Neftalí subirán al monte Ebal y proclamarán una maldición.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹³ mientras que las de Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí estarán en el monte Ebal para repetir las maldiciones.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹³ Y éstos estarán en el monte Ebal para proferir la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹³ Los otros: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí se situarán sobre el monte Ebal para la maldición.

Deuteronomio 27:13 Referans Kwoze

Génesis 29:32

Lea quedó embarazada y dio a luz un hijo, al que llamó Rubén, diciendo: «El Señor ha visto mi aflicción; ahora sí me amará mi esposo».

Génesis 30:20

«Dios me ha favorecido con un buen regalo —dijo Lea—. Esta vez mi esposo se quedará conmigo, porque le he dado seis hijos». Por eso lo llamó Zabulón.

Deuteronomio 11:29

Cuando el Señor vuestro Dios os haya hecho entrar en la tierra que vais a poseer, bendeciréis el monte Guerizín y maldeciréis el monte Ebal.

Deuteronomio 27:12

«Cuando hayáis cruzado el Jordán, las siguientes tribus estarán sobre el monte Guerizín para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.

Deuteronomio 27:14

»Los levitas tomarán la palabra, y en voz alta le dirán a todo el pueblo de Israel:

Deuteronomio 27:4

Cuando hayas cruzado el Jordán, colocarás esas piedras sobre el monte Ebal y las revocarás con cal, tal como te lo ordeno hoy.

Josué 8:33

Todos los israelitas, con sus jefes, oficiales y jueces, estaban de pie a ambos lados del arca del pacto, frente a los sacerdotes levitas que la cargaban en hombros. Tanto los israelitas como los inmigrantes tomaron sus posiciones, la mitad de ellos hacia el monte Guerizín y la otra mitad hacia el monte Ebal, tal como Moisés, siervo del Señor, había mandado cuando bendijo por primera vez al pueblo de Israel.