Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Colosenses 3:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

3 pues vosotros habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Porque ya habéis muerto, y vuestra vida está escondida con el Mesías en Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 pues habéis muerto, y vuestra vida está oculta, juntamente con Cristo, en Dios.

Gade chapit la Kopi




Colosenses 3:3
32 Referans Kwoze  

En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños.


Dentro de poco el mundo ya no me verá más, pero vosotros sí me veréis. Y porque yo vivo, también vosotros viviréis.


»Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.


pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.


Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes le place.


»Ciertamente os aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.


Sin embargo, no queréis venir a mí para tener esa vida.


Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!


a fin de que, así como reinó el pecado en la muerte, reine también la gracia que nos trae justificación y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.


De la misma manera, también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.


¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él?


pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.


Así está escrito: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente»; el último Adán, en el Espíritu que da vida.


El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.


El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron.


He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.


y de hacer entender a todos la realización del plan de Dios, el misterio que desde los tiempos eternos se mantuvo oculto en Dios, creador de todas las cosas.


Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.


a causa de la esperanza reservada para vosotros en el cielo. De esta esperanza ya habéis sabido por la palabra de verdad, que es el evangelio


Si con Cristo vosotros ya habéis muerto a los principios de este mundo, ¿por qué, como si todavía pertenecierais al mundo, os sometéis a preceptos tales como:


en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.


Cuando Cristo, que es vuestra vida, se manifieste, entonces también vosotros seréis manifestados con él en gloria.


Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.


Que vuestra belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.


para vivir el resto de su vida terrenal no satisfaciendo sus pasiones humanas, sino cumpliendo la voluntad de Dios.


Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.


El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce el que lo recibe.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite