Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Colosenses 3:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

11 En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 En esta vida nueva no importa si uno es judío o gentil, si está o no circuncidado, si es inculto, incivilizado, esclavo o libre. Cristo es lo único que importa, y él vive en todos nosotros.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Ahí no se hace distinción entre judío y griego, pueblo circuncidado y pueblo pagano; ya no hay extranjero, bárbaro, esclavo u hombre libre, sino que Cristo es todo en todos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 donde no hay griego ni judío, circuncisión o incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo o libre, sino que el Mesías es todo y en todos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 donde no hay ya griego ni judío; circuncisión ni incircuncisión; bárbaro, escrita, esclavo, libre; sino que Cristo es todo en todos.

Gade chapit la Kopi




Colosenses 3:11
54 Referans Kwoze  

¡Grande es su amor por nosotros! ¡La fidelidad del Señor es eterna! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!


«No es gran cosa que seas mi siervo, ni que restaures a las tribus de Jacob, ni que hagas volver a los de Israel, a quienes he preservado. Yo te pongo ahora como luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra».


El Señor desnudará su santo brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.


Señor, fuerza y fortaleza mía, mi refugio en el día de la angustia: desde los confines de la tierra vendrán a ti las naciones, y dirán: «Solo mentira heredaron nuestros antepasados; heredaron lo absurdo, lo que no sirve para nada.


La sortearéis como herencia entre vosotros, y entre los extranjeros que habiten entre vosotros y que entre vosotros hayáis tenido, a los cuales deberéis considerar israelitas de nacimiento. Por tanto, estos extranjeros recibirán una herencia con vosotros entre las tribus de Israel.


Yo la sembraré para mí en la tierra; me compadeceré de la “Indigna de compasión”, a “Pueblo ajeno” lo llamaré: “Pueblo mío”; y él me dirá: “Mi Dios”».


para que ellos posean el remanente de Edom y todas las naciones que llevan mi nombre —afirma el Señor, que hará estas cosas—.


y muchas naciones se acercarán, diciendo: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Dios mismo nos instruirá en sus caminos, y así andaremos en sus sendas». Porque de Sión viene la instrucción; de Jerusalén, la palabra del Señor.


»En aquel día, muchas naciones se unirán al Señor. Ellas serán mi pueblo, y yo habitaré entre ellas. »Así sabréis que el Señor Todopoderoso es quien me ha enviado a vosotros.


Porque, desde donde nace el sol hasta donde se pone, grande es mi nombre entre las naciones. En todo lugar se ofrece incienso y ofrendas puras a mi nombre, porque grande es mi nombre entre las naciones —dice el Señor Todopoderoso—.


Le contestó Jesús: ―El que me ama obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.


»Yo soy la vid y vosotros las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no podéis hacer nada.


yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.


para que busque al Señor el resto de la humanidad, todas las naciones que llevan mi nombre.


Los isleños nos trataron con toda clase de atenciones. Encendieron una fogata y nos invitaron a acercarnos, porque estaba lloviendo y hacía frío.


Al ver la serpiente colgada de la mano de Pablo, los isleños se pusieron a comentar entre sí: «Sin duda este hombre es un asesino, pues, aunque se salvó del mar, la justicia divina no va a consentir que siga con vida».


Estoy en deuda con todos, sean cultos o incultos, instruidos o ignorantes.


No hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan,


Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción,


¿Es acaso Dios solo Dios de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? Sí, también es Dios de los gentiles,


Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.


Pero, si no capto el sentido de lo que alguien dice, seré como un extranjero para el que me habla, y él lo será para mí.


Para nada cuenta estar o no estar circuncidado; lo que importa es cumplir los mandatos de Dios.


He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.


En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.


Esta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.


Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro de enemistad que nos separaba,


pues anuló la ley con sus mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz,


para que por fe Cristo habite en vuestros corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,


es decir, que los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio.


sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre.


y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, vosotros habéis recibido esa plenitud.


También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.


Todo el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite