Cantares 4:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¹⁶ ¡Viento del norte, despierta! ¡Viento del sur, ven acá! Soplad en mi jardín; ¡esparcid vuestra fragancia! Que venga mi amado a su jardín y pruebe sus frutos exquisitos.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ Levántate, Aquilón, y ven, Austro; Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ ¡Despierta, viento del norte! ¡Levántate, viento del sur! Soplen en mi jardín y esparzan su fragancia por todas partes. Ven a tu jardín, amado mío; saborea sus mejores frutos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ Soplen, vientos del norte y del desierto, soplen en mi huerto para que se expandan sus aromas, y así entre mi amado en su huerto y coma de sus exquisitos frutos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ ¡Despierta, oh Aquilón! ¡Ven, oh Austro, y sopla sobre mi huerto para que se esparzan sus aromas! Ella ¡Venga mi amado a su huerto Y coma sus preciados frutos!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ Levántate, aquilón; avanza, austro, soplad en mi jardín, que corran sus perfumes.

Cantares 4:16 Referans Kwoze

Eclesiastés 1:6

Dirigiéndose al sur, o girando hacia el norte, sin cesar va girando el viento para de nuevo volver a girar.

Eclesiastés 2:5

cultivé mis propios huertos y jardines, y en ellos planté toda clase de árboles frutales.

Cantares 1:13

Mi amado es para mí como el saquito de mirra que duerme entre mis pechos.

Cantares 1:4

¡Hazme del todo tuya! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos, celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte!

Cantares 2:3

Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los hombres. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.

Cantares 2:8

¡La voz de mi amado! ¡Miradlo, aquí viene! Saltando por las colinas, brincando por las montañas.

Cantares 5:1

He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel; allí bebo mi vino y mi leche. ¡Comed y bebed, amigos, y embriagaos de amor!

Cantares 6:2

Mi amado ha bajado a su jardín, a los lechos de bálsamo, para retozar en los jardines y recoger azucenas.

Cantares 8:12

¡Quédate, Salomón, con las mil monedas, y vosotros, aparceros, con doscientas, pero mi viña solo a mí me pertenece!

Isaías 64:1

¡Ojalá rasgaras los cielos y descendieras! ¡Las montañas temblarían ante ti,

Ezequiel 37:9

Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: “Esto ordena el Señor omnipotente: ‘Ven de los cuatro vientos y dales vida a estos huesos muertos para que revivan’ ”».

Mateo 26:10

Consciente de ello, Jesús les dijo: ―¿Por qué molestáis a esta mujer? Ella ha hecho una buena obra conmigo.

Mateo 26:12

Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura.

Juan 3:8

El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.

Juan 5:8

―Levántate, recoge tu camilla y anda —le contestó Jesús.

Hechos 4:31

Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.

Romanos 15:16

para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles. Yo tengo el deber sacerdotal de proclamar el evangelio de Dios, a fin de que los gentiles lleguen a ser una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.

Romanos 15:28

Así que, una vez que yo haya cumplido esta tarea y entregado en sus manos este fruto, saldré para España y de paso os visitaré a vosotros.

1 Pedro 2:5

también vosotros sois como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegáis a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.

2 Pedro 3:18

Más bien, creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.