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2 Reyes 6:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

28 ¿Qué te pasa? Ella se quejó: ―Esta mujer me propuso que le entregara a mi hijo para que nos lo comiéramos hoy, y que mañana nos comeríamos el de ella.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

28 Y le dijo el rey: ¿Qué tienes? Ella respondió: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo, y comámoslo hoy, y mañana comeremos el mío.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Pero después el rey le preguntó: —¿Qué te pasa? Ella contestó: —Esta mujer me dijo: “Mira, comámonos a tu hijo hoy y mañana nos comeremos al mío”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Luego el rey añadió: '¿Qué te pasa?' Ella respondió: 'Esta mujer me dijo: Dame tu hijo para que lo comamos ahora, y mañana comeremos el mío.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Y agregó el rey: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Entrega tu hijo para que podamos comerlo hoy, y mañana comeremos el mío.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Y le preguntó el rey: '¿Qué te pasa?'. Respondió ella: 'Esta mujer me dijo: 'Dame tu hijo y nos lo comeremos hoy; el mío nos lo comeremos mañana'.

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2 Reyes 6:28
15 Referans Kwoze  

Cuando Dios oyó al niño sollozar, el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño.


―¿Qué te pasa? —le preguntó el rey. ―Soy una pobre viuda —respondió ella—; mi esposo ha muerto.


―Si el Señor no te salva —respondió el rey—, ¿de dónde voy a sacar yo comida para salvarte? ¿Del granero? ¿Del lagar?


¿Qué te pasó, mar, que huiste, y a ti, Jordán, que te volviste atrás?


Profecía contra el valle de la Visión: ¿Qué te pasa ahora, que has subido a las azoteas,


«¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!


Con sus manos, mujeres compasivas cocinaron a sus propios hijos, y esos niños fueron su alimento cuando Jerusalén fue destruida.


Entre vosotros habrá padres que se comerán a sus hijos, y también hijos que se comerán a sus padres. Yo los castigaré, y a quien sobreviva lo dispersaré por los cuatro vientos.


y tendréis que comeros la carne de vuestros hijos y de vuestras hijas.


Mirad, va a llegar el tiempo en que se dirá: “¡Dichosas las estériles, que nunca dieron a luz ni amamantaron!”


Como gritaban tras ellos, los danitas se dieron vuelta y le preguntaron a Micaías: ―¿Qué te sucede, que has convocado a tu gente?


Entonces Elcaná, su esposo, le decía: «Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Por qué estás resentida? ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?»


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