Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





2 Reyes 4:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

2 ―¿Y qué puedo hacer por ti? —le preguntó Eliseo—. Dime, ¿qué tienes en casa? ―Tu sierva no tiene nada en casa —le respondió—, excepto un poco de aceite.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 —¿Cómo puedo ayudarte? —preguntó Eliseo—. Dime, ¿qué tienes en tu casa? —No tengo nada, solo un frasco de aceite de oliva —contestó ella.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Eliseo le dijo: '¿Qué puedo hacer por ti? Dime ¿qué tienes en tu casa?' Respondió: 'Tu sirvienta no tiene nada en tu casa, excepto un cantarito de aceite'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué haré por ti? Dime qué tienes en casa. Y ella respondió: Tu sierva no tiene en su casa sino una vasija de aceite.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Eliseo le dijo: '¿Qué puedo hacer por ti? Dime: ¿qué tienes en casa?'. Respondió ella: 'Tu sierva no tiene en casa otra cosa sino una alcuza de aceite'.

Gade chapit la Kopi




2 Reyes 4:2
10 Referans Kwoze  

―Tan cierto como que vive el Señor tu Dios —respondió ella—, que no me queda ni un pedazo de pan; solo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en el jarro. Precisamente estaba recogiendo unos leños para llevármelos a casa y hacer una comida para mi hijo y para mí. ¡Será nuestra última comida antes de morirnos de hambre!


Al cruzar, Elías le preguntó a Eliseo: ―¿Qué quieres que haga por ti antes de que me separen de tu lado? ―Te pido que sea yo el heredero de tu espíritu por partida doble —respondió Eliseo.


Eliseo le ordenó: ―Sal y pide a tus vecinos que te presten sus vasijas; consigue todas las que puedas.


―¿Qué tienes en la mano? —preguntó el Señor. ―Una vara —respondió Moisés.


―¿Cuántos panes tenéis? —preguntó Jesús. ―Siete, y unos pocos pescaditos.


―No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!


aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo.


Escuchad, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres según el mundo para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes le aman?


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite