1 Samuel 5:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¹² Los que no murieron fueron azotados por tumores, de modo que los gritos de la ciudad llegaban hasta el cielo.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹² Y los que no morían, eran heridos de tumores; y el clamor de la ciudad subía al cielo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Los que no morían, sufrían de tumores; y el clamor del pueblo ascendió al cielo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Los que no morían se llenaban de tumores, y desde la ciudad subía al cielo una gran lamentación.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Y los que no morían, eran afectados con hemorroides; y el clamor de la ciudad subía a los cielos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Las personas que no morían eran heridas con tumores; el clamor de la ciudad subía hasta el cielo.

1 Samuel 5:12 Referans Kwoze

1 Reyes 19:17

Jehú dará muerte a cualquiera que escape de la espada de Jazael, y Eliseo dará muerte a cualquiera que escape de la espada de Jehú.

Éxodo 12:30

Todos en Egipto se levantaron esa noche, lo mismo el faraón que sus funcionarios, y hubo grandes lamentos en el país. No había una sola casa egipcia donde no hubiera algún muerto.

Jeremías 14:2

«Judá está de luto y sus ciudades desfallecen; hay lamentos en el país, y sube el clamor de Jerusalén.

Jeremías 25:34

Gemid, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, jefes del rebaño, porque os ha llegado el día de la matanza; seréis dispersados, y caeréis como carneros escogidos.

Jeremías 48:3

Se oye el clamor desde Joronayin: ¡devastación y gran destrucción!

Amós 5:19

Será como cuando alguien huye de un león y se le viene encima un oso, o como cuando al llegar a su casa, apoya la mano en la pared y le muerde una serpiente.

1 Samuel 6:1

El arca del Señor estuvo en territorio filisteo siete meses,

1 Samuel 9:16

«Mañana, a esta hora, te voy a enviar un hombre de la tierra de Benjamín. Lo ungirás como gobernante de mi pueblo Israel, para que lo libre del poder de los filisteos. Me he compadecido de mi pueblo, pues sus gritos de angustia han llegado hasta mí».