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1 Reyes 8:23 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

23 y dijo: «Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra, pues tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen de todo corazón.

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Biblia Reina Valera 1960

23 dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 y oró: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 y dijo: '¡Yavé, Dios de Israel! Ningún dios arriba en los cielos, abajo en la tierra es semejante a ti, porque tú respetas tu Alianza y tu fidelidad para con tus servidores cuando caminan delante de ti con todo su corazón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 dijo: ¡Oh YHVH, Dios de Israel! No hay ’Elohim como Tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra. Tú guardas el pacto y la misericordia para con tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 exclamó: '¡Yahveh, Dios de Israel! No hay Dios semejante a ti, ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú, que guardas la alianza y la benignidad para con aquellos siervos tuyos que de todo corazón andan en tu presencia;

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1 Reyes 8:23
27 Referans Kwoze  

Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: ―Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive en mi presencia y sé intachable.


También construyó un altar, y lo llamó El Elohé Israel.


»¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.


y el Señor cumplirá esta promesa que me hizo: “Si tus descendientes cuidan su conducta y me son fieles con toda el alma y de todo corazón, nunca faltará un sucesor tuyo en el trono de Israel”.


Salomón respondió: ―Tú trataste con mucho amor a tu siervo David, mi padre, pues se condujo delante de ti con lealtad y justicia, y con un corazón recto. Y, como hoy se puede ver, has reafirmado tu gran amor al concederle que un hijo suyo le suceda en el trono.


«Ya que estás construyendo este templo, quiero decirte que, si andas según mis decretos, y obedeces mis leyes y todos mis mandamientos, yo cumpliré por medio de ti la promesa que le hice a tu padre David.


Has llevado a cabo lo que le dijiste a tu siervo David, mi padre; y este día has cumplido con tu mano lo que con tu boca le prometiste.


«Recuerda, Señor, que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada». Y Ezequías lloró amargamente.


Por tanto, cualquiera que pertenezca a Judá, vaya a Jerusalén a construir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusalén; y que Dios lo acompañe.


Le dije: «Señor, Dios del cielo, grande y temible, que cumples el pacto y eres fiel con los que te aman y obedecen tus mandamientos,


»Y ahora, Dios nuestro, Dios grande, temible y poderoso, que cumples el pacto y eres fiel, no tengas en poco los sufrimientos que han padecido nuestros reyes, gobernantes, sacerdotes y profetas, nuestros padres y todo tu pueblo, desde los reyes de Asiria hasta hoy.


¿Quién como el Señor nuestro Dios, que tiene su trono en las alturas


así todo mi ser exclamará: «¿Quién como tú, Señor? Tú libras de los poderosos a los pobres; a los pobres y necesitados libras de aquellos que los explotan».


No hay, Señor, entre los dioses otro como tú, ni hay obras semejantes a las tuyas.


¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.


Además, Dios le dijo a Moisés: ―Diles esto a los israelitas: “El Señor y Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre eterno; este es mi nombre por todas las generaciones”.


¿Con quién compararéis a Dios? ¿Con qué imagen lo representaréis?


«¿Con quién, entonces, me compararéis? ¿Quién es como yo?», dice el Santo.


La heredad de Jacob no es como ellos, porque él es quien hace todas las cosas; su nombre es el Señor Todopoderoso, e Israel es la tribu de su herencia.


¡No hay nadie como tú, Señor! ¡Grande eres tú, y grande y poderoso es tu nombre!


Esta fue la oración y confesión que le hice: »“Señor, Dios grande y terrible, que cumples tu pacto de fidelidad con los que te aman y obedecen tus mandamientos:


para mostrar misericordia a nuestros padres al acordarse de su santo pacto.


»Si prestas atención a estas normas, y las cumples y las obedeces, entonces el Señor tu Dios cumplirá el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados, y te mostrará su amor fiel.


»Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos,


»Nadie es santo como el Señor; no hay roca como nuestro Dios. ¡No hay nadie como él!


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