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1 Reyes 3:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 Yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo tuyo?»

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Dame un corazón comprensivo para que pueda gobernar bien a tu pueblo, y sepa la diferencia entre el bien y el mal. Pues, ¿quién puede gobernar por su propia cuenta a este gran pueblo tuyo?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Concéde pues a tu servidor que sepa juzgar a tu pueblo y pueda distinguir entre el bien y el mal. ¿Quién podría en realidad gobernar bien a un pueblo tan importante?

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Da pues a tu siervo un corazón que sepa escuchar, para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque, ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Concede, pues, a tu siervo un corazón prudente, para que sepa juzgar a tu pueblo y discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién es capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan considerable?'.

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1 Reyes 3:9
36 Referans Kwoze  

»Pensé, además, que tu palabra me traería alivio, pues mi señor el rey es como un ángel de Dios, que sabe distinguir entre lo bueno y lo malo. ¡Que el Señor tu Dios te bendiga!»


Todo el mundo procuraba visitarlo para oír la sabiduría que Dios le había dado,


Al Señor le agradó que Salomón hubiera hecho esa petición,


Cuando todos los israelitas se enteraron de la sentencia que el rey había pronunciado, sintieron un gran respeto por él, pues vieron que tenía sabiduría de Dios para administrar justicia.


Que te dé prudencia y sabiduría para que, cuando estés al frente de Israel, obedezcas su ley. Él es el Señor tu Dios.


Dale también a mi hijo Salomón un corazón íntegro, para que obedezca y ponga en práctica tus mandamientos, preceptos y leyes. Permítele construir el templo para el cual he hecho esta provisión».


Yo te pido sabiduría y conocimiento para gobernar a este gran pueblo tuyo; de lo contrario, ¿quién podrá gobernarlo?


Tus estatutos son siempre justos; dame entendimiento para poder vivir.


Dame entendimiento para seguir tu ley, y la cumpliré de todo corazón.


Con tus manos me creaste, me diste forma. Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.


La sabiduría del prudente es discernir sus caminos, pero al necio lo engaña su propia necedad.


Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata.


Los oídos para oír y los ojos para ver: ¡hermosa pareja que el Señor ha creado!


Buena es la sabiduría sumada a la heredad, y provechosa para los que viven.


Más fortalece la sabiduría al sabio que diez gobernantes a una ciudad.


Yo le respondí: «¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!»


¿Buscas grandes cosas para ti? No las pidas, porque voy a provocar una desgracia sobre toda la gente, pero a ti te concederé la posibilidad de conservar la vida dondequiera que vayas —afirma el Señor—. Ese será tu botín’ ”».


Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes. A los sabios da sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento.


»Yo os bautizo con agua para arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.


Pero Juan trató de disuadirlo. ―Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? —objetó.


Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo solo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me envió.


Para estos somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquellos, olor de vida que los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?


No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.


Por tanto, no seáis insensatos, sino entended cuál es la voluntad del Señor.


para que discernáis lo que es mejor, y seáis puros e irreprochables para el día de Cristo,


En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual.


Si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.


En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.


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