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1 Reyes 20:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

22 Más tarde, el profeta se presentó ante el rey de Israel y le dijo: «No te duermas en los laureles; traza un buen plan, porque el año entrante el rey de Siria volverá a atacar».

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Biblia Reina Valera 1960

22 Vino luego el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que hagas; porque pasado un año, el rey de Siria vendrá contra ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Después el profeta le dijo al rey Acab: «Prepárate para otro ataque; empieza a planificar desde ahora, porque el rey de Aram regresará la próxima primavera».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Entonces se acercó al rey de Israel el profeta, quien le dijo: 'Refuérzate y mejora tus defensas, porque a comienzos del próximo año el rey de Aram vendrá de nuevo a atacarte'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y el profeta se acercó al rey de Israel, y le dijo: Ve, cobra ánimo; considera y mira lo que has de hacer, porque el rey de Siria volverá a la vuelta del año, probablemente en la primavera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Presentóse entonces el profeta al rey de Israel y le dijo: 'Ve y haz acopio de fuerzas, considerando bien lo que has de hacer, porque a la vuelta de un año subirá contra ti el rey de Aram'.

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1 Reyes 20:22
20 Referans Kwoze  

En la primavera, que era la época en que los reyes salían de campaña, David mandó a Joab con la guardia real y todo el ejército de Israel para que aniquilara a los amonitas y sitiara la ciudad de Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén.


―Me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso —respondió él—. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!


Mientras tanto, un profeta se presentó ante Acab, rey de Israel, y le anunció: ―Así dice el Señor: “¿Ves ese enorme ejército? Hoy lo entregaré en tus manos, y entonces sabrás que yo soy el Señor”.


El rey de Israel avanzó y abatió a la caballería, de modo que los sirios sufrieron una gran derrota.


Al año siguiente, pasó revista a las tropas sirias y marchó a Afec para atacar a Israel.


Luego el profeta salió a esperar al rey a la vera del camino, cubierto el rostro con un antifaz.


El rey de Israel le respondió: ―Todavía hay alguien por medio de quien podemos consultar al Señor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; solo me anuncia desastres. Se trata de Micaías hijo de Imlá. ―No digas eso —replicó Josafat.


―Nadie, mi señor y rey —respondió uno de ellos—. El responsable es Eliseo, el profeta que está en Israel. Es él quien le comunica todo al rey de Israel, incluso lo que tú dices en el interior de tu alcoba.


En la primavera, que era la época en que los reyes salían de campaña, Joab sacó el grueso del ejército y devastó el país de los amonitas. Llegó hasta Rabá, la atacó y la destruyó; pero David se quedó en Jerusalén.


Armándose de valor, Amasías guio al ejército hasta el valle de la Sal, donde mató a diez mil hombres de Seír.


Si tú vas con ellos, Dios te derribará delante de tus enemigos aunque luches valerosamente, porque Dios tiene poder para ayudar y poder para derribar.


Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!


Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo.


Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia.


Levantada está, Señor, tu mano, pero ellos no la ven. ¡Que vean tu celo por el pueblo, y sean avergonzados; que sean consumidos por el fuego destinado a tus enemigos!


»Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos.


Escuchad esto, naciones, todas las naciones lejanas: ¡Alzad el grito de guerra, y seréis destrozadas! ¡Preparaos para la batalla, y seréis despedazadas! ¡Preparaos para la batalla, y seréis desmenuzadas!


Por último, fortaleceos con el gran poder del Señor.


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