Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Crónicas 22:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

16 en oro, plata, bronce y hierro. Así que, ¡pon manos a la obra, y que el Señor te acompañe!»

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Del oro, de la plata, del bronce y del hierro, no hay cuenta. Levántate, y manos a la obra; y Jehová esté contigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Además, cuentas con expertos en orfebrería y platería, y trabajadores del bronce y del hierro. ¡Ahora, manos a la obra y que el Señor esté contigo!».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 El oro, la plata, el bronce y el hierro son incalculables. Levántate, pues, manos a la obra, y que Yavé sea contigo.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Del oro, de la plata, del bronce y del hierro, no hay cuenta. ¡Levántate, y manos a la obra, y YHVH sea contigo!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Hay oro, plata, bronce y hierro sin cuento. Dispónte, pues, a comenzar la obra, y que Yahveh esté contigo'.

Gade chapit la Kopi




1 Crónicas 22:16
22 Referans Kwoze  

«Según el destino que a todos nos espera, pronto partiré de este mundo. ¡Cobra ánimo y pórtate como un hombre!


Eran tantos los utensilios que Salomón ni los pesó, así que no fue posible determinar el peso del bronce.


»Ahora, hijo mío, que el Señor tu Dios te ayude a construir su templo, tal como te ha prometido.


»Mira, con mucho esfuerzo he logrado conseguir para el templo del Señor tres mil trescientas toneladas de oro, treinta y tres mil toneladas de plata y una incontable cantidad de bronce y de hierro. Además, he conseguido madera y piedra, pero tú debes adquirir más.


También cuentas con una buena cantidad de obreros: canteros, albañiles, carpinteros, y expertos en toda clase de trabajos


Además, David juntó mucho hierro para los clavos y las bisagras de las puertas, y bronce en abundancia.


Ten presente que el Señor te ha escogido para que le edifiques un templo como santuario suyo. Así que ¡anímate y pon manos a la obra!»


Con mucho esfuerzo he hecho los preparativos para el templo de Dios. He conseguido oro para los objetos de oro, plata para los de plata, bronce para los de bronce, hierro para los de hierro, madera para los de madera, y piedras de ónice, piedras de engaste, piedras talladas de diversos colores, piedras preciosas de toda clase, y mármol en abundancia.


Salomón hijo de David consolidó su reino, pues el Señor su Dios estaba con él y lo hizo muy poderoso.


Pero vosotros no tendréis que intervenir en esta batalla. Simplemente, quedaos quietos en vuestros puestos, para que veáis la salvación que el Señor os dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengáis miedo ni os acobardéis! Salid mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con vosotros”».


Por lo tanto, mis queridos hermanos, manteneos firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.


porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo».


Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.


«Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberéis prepararos para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que os daré a vosotros los israelitas.


Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.


Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas».


Y el Señor le contestó: ―¡Levántate! ¿Qué haces ahí postrado?


Entonces Débora le dijo a Barac: ―¡Adelante! Este es el día en que el Señor entregará a Sísara en tus manos. ¿Acaso no marcha el Señor al frente de tu ejército? Barac descendió del monte Tabor, seguido por los diez mil hombres.


El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo. ―Anda, pues —dijo Saúl—, y que el Señor te acompañe.


Pero, si mi padre intenta hacerte daño, y yo no te aviso para que puedas escapar, ¡que el Señor me castigue sin piedad, y que esté contigo como estuvo con mi padre!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite