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1 Crónicas 16:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

26 Nada son los dioses de los pueblos, pero el Señor fue quien hizo los cielos;

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Biblia Reina Valera 1960

26 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Mas Jehová hizo los cielos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Los dioses de las otras naciones no son más que ídolos, ¡pero el Señor hizo los cielos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 No existen esos dioses de las gentes: no son más que ídolos. Fue el Señor quien hizo los cielos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Pero YHVH hizo los cielos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Nada son todos los dioses de los pueblos, pues el Señor hizo los cielos.

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1 Crónicas 16:26
14 Referans Kwoze  

esplendor y majestad hay en su presencia; poder y alegría hay en su santuario.


Él se basta para extender los cielos; somete a su dominio las olas del mar.


En el principio tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos.


Todos los dioses de las naciones no son nada, pero el Señor ha creado los cielos.


Alzad los ojos y mirad a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas!


Así dice Dios, el Señor, el que creó y desplegó los cielos; el que extendió la tierra y todo lo que ella produce; el que da aliento al pueblo que la habita, y vida a los que en ella se mueven:


«Así dice el Señor, tu Redentor, quien te formó en el seno materno: »“Yo soy el Señor, que ha hecho todas las cosas, yo solo desplegué los cielos y extendí la tierra. ¿Quién estaba conmigo?


»No os volváis a los ídolos inútiles, ni os hagáis dioses de metal fundido. Yo soy el Señor vuestro Dios.


Os consta además que el tal Pablo ha logrado persuadir a mucha gente no solo en Éfeso, sino en casi toda la provincia de Asia. Él sostiene que no son dioses los que se hacen con las manos.


De modo que, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios.


Gritaba a gran voz: «Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adorad al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales».


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