Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





1 Corintios 2:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

14 El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 pero los que no son espirituales no pueden recibir esas verdades de parte del Espíritu de Dios. Todo les suena ridículo y no pueden entenderlo, porque solo los que son espirituales pueden entender lo que el Espíritu quiere decir.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 El que se queda al nivel de la psicología no acepta las cosas del Espíritu. Para él son tonterías y no las puede apreciar, pues se necesita una experiencia espiritual.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

14 Pero un hombre natural° no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son° necedad, y no puede entenderlas porque se han de discernir espiritualmente.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 En un plano puramente humano el hombre no capta las cosas del Espíritu de Dios, porque son para él necedad; y no puede conocerlas, porque sólo pueden ser examinadas con criterios espirituales.

Gade chapit la Kopi




1 Corintios 2:14
36 Referans Kwoze  

El insolente busca sabiduría y no la halla; para el entendido, el conocimiento es cosa fácil.


Jesús se volvió y le dijo a Pedro: ―¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.


Muchos de ellos decían: «Está endemoniado y loco de remate. ¿Para qué hacerle caso?»


A pesar de haber hecho Jesús todas estas señales en presencia de ellos, todavía no creían en él.


el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero vosotros sí lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.


Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que os he dicho.


»Cuando venga el Consolador, que yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí.


¿Cómo va a ser posible que creáis vosotros si buscáis la gloria los unos de los otros, pero no buscáis la gloria que viene del Dios único?


¿Por qué no entendéis mi modo de hablar? Porque no podéis aceptar mi palabra.


Una de ellas, que se llamaba Lidia, adoraba a Dios. Era de la ciudad de Tiatira y vendía telas de púrpura. Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo.


Algunos filósofos epicúreos y estoicos entablaron conversación con él. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?» Otros comentaban: «Parece que es predicador de dioses extranjeros». Decían esto porque Pablo les anunciaba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección.


Cuando oyeron de la resurrección, unos se burlaron; pero otros le dijeron: ―Queremos que usted nos hable en otra ocasión sobre este tema.


Pero, como se trata de cuestiones de palabras, de nombres y de vuestra ley, arregladlo entre vosotros. No quiero ser juez de tales cosas.


Más bien, tenían contra él algunas cuestiones tocantes a su propia religión y sobre un tal Jesús, ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.


Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.


Ya que Dios, en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen.


mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos, y es locura para los gentiles,


Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana.


se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual.


No vino primero lo espiritual, sino lo natural, y después lo espiritual.


Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.


Yo, hermanos, no pude dirigirme a vosotros como a espirituales, sino como a inmaduros, apenas niños en Cristo.


Esa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica.


Todos vosotros, en cambio, habéis recibido unción del Santo, de manera que conocéis la verdad.


En cuanto a vosotros, la unción que de él recibisteis permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y os enseña todas las cosas. Permaneced en él, tal y como él os enseñó.


También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.


Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite