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1 Corintios 14:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

16 De otra manera, si alabas a Dios con el espíritu, ¿cómo puede quien no es instruido decir «Amén» a tu acción de gracias, puesto que no entiende lo que dices?

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Porque si bendices solo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Pues, si alabas a Dios solamente en el espíritu, ¿cómo podrán los que no te entienden alabar a Dios contigo? ¿Cómo podrán unirse a tus agradecimientos cuando no entienden lo que dices?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Si alabas a Dios sólo con el espíritu, ¿qué hará el que se conforma con escuchar? ¿Acaso podrá añadir 'amén' a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Porque si bendices con el espíritu, ¿cómo dirá amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar de simple oyente, si no sabe lo que dices?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Pues, si pronuncias alabanzas en Espíritu, ¿cómo podrá decir 'Amén' a tu acción de gracias el que ocupa el lugar de los no iniciados, si no entiende lo que dices?

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1 Corintios 14:16
30 Referans Kwoze  

―¡Que así sea! —le respondió Benaías hijo de Joyadá—. ¡Que así lo confirme el Señor, Dios de mi señor, el rey!


¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre y para siempre!» Y todo el pueblo respondió: «Amén», y alabó al Señor.


Luego me sacudí el manto y afirmé: ―¡Así sacuda Dios y arroje de su casa y de sus propiedades a todo el que no cumpla esta promesa! ¡Así lo sacuda Dios y lo deje sin nada! Toda la asamblea respondió: ―¡Amén! Y alabaron al Señor, y el pueblo cumplió lo prometido.


Entonces Esdras bendijo al Señor, el gran Dios. Y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: «¡Amén y amén!» Luego adoraron al Señor, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente.


¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, eternamente y para siempre! ¡Que todo el pueblo diga: «Amén»! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!


Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, por los siglos de los siglos. Amén y amén.


Bendito sea por siempre su glorioso nombre; ¡que toda la tierra se llene de su gloria! Amén y amén.


¡Bendito sea el Señor por siempre! Amén y amén.


Así cumpliré el juramento que les hice a vuestros antepasados, de darles una tierra donde abundan la leche y la miel, como la que hoy tenéis vosotros”». Yo respondí: «Amén, Señor».


―¡Amén! Que así lo haga el Señor. Que cumpla el Señor las palabras que has profetizado. Que devuelva a este lugar los utensilios de la casa del Señor y a todos los que fueron deportados a Babilonia.


Cuando estas aguas de la maldición entren en tu cuerpo, que te hinchen el vientre y te hagan estéril”. Y la mujer responderá: “¡Amén! ¡Que así sea!”


Tomando los siete panes y los pescados, dio gracias, los partió y se los fue dando a los discípulos. Estos, a su vez, los distribuyeron a la gente.


enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado. Y os aseguro que estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.


Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”.


Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban.


Jesús hizo también muchas otras cosas, tantas que, si se escribiera cada una de ellas, pienso que los libros escritos no cabrían en el mundo entero.


Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó este tantos conocimientos sin haber estudiado?»


Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús.


y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por vosotros entrego; haced esto en memoria de mí».


Porque, si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento no se beneficia en nada.


Porque el que habla en lenguas no habla a los demás, sino a Dios. En realidad, nadie le entiende lo que dice, pues habla misterios por el Espíritu.


Os amo a todos vosotros en Cristo Jesús. Amén.


Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «Amén» para la gloria de Dios.


El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto». Amén. ¡Ven, Señor Jesús!


Los cuatro seres vivientes exclamaron: «¡Amén!», y los ancianos se postraron y adoraron.


diciendo: «¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!»


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