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Proverbios 6:6 - Biblia Nacar-Colunga

6 Ve, ¡oh perezoso! a la hormiga, mira sus caminos y hazte sabio.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Tú, holgazán, aprende una lección de las hormigas. ¡Aprende de lo que hacen y hazte sabio!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Flojo, anda a ver a la hormiga, mira cómo se mueve y se hace sabia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Observa a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Fíjate en la hormiga, perezoso; mira su conducta y hazte sabio:

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Proverbios 6:6
24 Referans Kwoze  

Pues en vano se tiende la red a los ojos de las aves aladas.


Como el vinagre a los dientes y el humo a los ojos, así es el haragán para quien le manda.


La mano perezosa empobrece; la diligente enriquece.'


Desea el haragán, pero no logra nada, mas el alma del diligente se saciará.


El camino del perezoso es seto de espinas; el sendero de los rectos es llano.'


El que es negligente en su labor es hermano del derrochador.


La pereza trae el sueño, y el haragán hambreará.


Mete el perezoso su mano en el plato, ni para llevársela a la boca la sacará.


El perezoso no ara en invierno; va luego en busca de la cosecha, y nada halla.'


Los deseos matan al haragán, porque sus manos no quieren trabajar.


Dice el perezoso: “Fuera hay un león que me mataría en medio del camino.”


Óyeme, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón por buen camino.


Cuatro cosas hay pequeñas en la tierra que son, sin embargo, más sabias que los sabios:


la hormiga, pueblo nada fuerte, pero que se prepara su provisión en el verano;'


¿Hasta cuándo, perezoso, dormirás, cuándo despertarás de tu sueño?


Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo, pero Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.


La cigüeña en el cielo conoce su estación; la tórtola, la golondrina y la grulla guardan los tiempos de sus migraciones, pero mi pueblo no conoce el derecho de Yahvé!'


Respondióle su señor: “Siervo malo y haragán, ¿conque sabías que yo quiero cosechar donde no sembré y recoger donde no esparcí?


Mirad cómo las aves del cielo no siembran, ni siegan, ni encierran en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?


Sed diligentes sin flojedad, fervorosos de espíritu, como quienes sirven al Señor.


no emperezándoos, sino haciéndoos imitadores de los que por la fe y la paciencia han alcanzado la herencia de las promesas.


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