Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Gálatas 4:14 - Biblia Nacar-Colunga

14 y puestos a prueba por mi enfermedad, no me desdeñasteis ni me despreciasteis, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Aunque mi condición los tentaba a no aceptarme, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Todo lo contrario, me recibieron y me cuidaron como si yo fuera un ángel de Dios o incluso el mismo Cristo Jesús.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Aunque mis pruebas eran una prueba para ustedes, no me despreciaron ni me rechazaron, sino que me acogieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y lo que para vosotros era una prueba° en mi carne, no lo menospreciasteis ni lo escupisteis; al contrario, me acogisteis como a un enviado de Dios, como a Jesús el Mesías.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 y que ante esta debilidad corporal mía, que era para vosotros una prueba, no hicisteis gestos de desprecio ni escupisteis en el suelo, sino que me acogisteis como a un enviado de Dios, como a Cristo Jesús.

Gade chapit la Kopi




Gálatas 4:14
23 Referans Kwoze  

Tu sierva ha dicho: Que me tranquilice la palabra de mi señor el rey, ya que es el rey, mi señor, como el ángel de Dios para discernir entre lo bueno y lo malo. Y ahora que Yahvé, tu Dios, sea contigo.”


Y él respondió: “Mi señor y rey, mi siervo me engañó, porque tu servidor le había dicho: Aparéjame la pollina y montaré en ella para ir con el rey — pues que tu siervo está rengo —,


¡Desprecio al desgraciado! Así piensa el dichoso,¡Una zancadilla para aquel cuyos pies están para resbalar!


Pequeño y despreciable soy, pero no olvido tus preceptos.


Entonces me dije: Más vale la sabiduría que la fuerza; pero la sabiduría del pobre es despreciada y sus palabras no son escuchadas.'


En aquel día escudará Yahvé a los moradores de Jerusalén, y la casa de David será como Dios, como el ángel de Yahvé ante ellos.


pues los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría y de su boca ha de salir la doctrina, porque es un enviado de Yahvé de los ejércitos.


El que os recibe a vosotros, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe al que a mí me envió.


y el que por mí recibiere a un niño como éste, a mí me recibe.


Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis.


El que a vosotros oye, a mí me oye, y el que a vosotros desecha, a mí me desecha, y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.


En verdad, en verdad os digo que quien recibe al que yo enviare, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe a quien me ha enviado.


y lo plebeyo, el desecho del mundo, lo que no es nada, lo eligió Dios para destruir lo que es,


Hemos venido a ser necios por amor de Cristo; vosotros sabios en Cristo; nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros ilustres, nosotros viles.'


Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios os exhortase por medio de nosotros. Por Cristo os rogamos: Reconciliaos con Dios.


Todos, pues, sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.


No hay ya judío o griego, no hay siervo o libre, no hay varón o hembra, porque todos sois uno en Cristo Jesús.


Bien sabéis que a causa de una enfermedad corporal os anuncié el Evangelio por primera vez,


¿Dónde está ahora aquel vuestro afecto? Pues yo mismo testifico que, de haberos sido posible, los ojos mismos os hubierais arrancado para dármelos.


Por esto, incesantemente damos gracias a Dios de que al recibir la palabra de Dios que de nosotros oísteis, la acogisteis no como palabra de hombre, sino como palabra de Dios, cual en verdad es, y que obra eficazmente en vosotros, que creéis.


Por tanto, quien estos preceptos desprecia no desprecia al hombre, sino a Dios, que os dio su Espíritu Santo.


no os olvidéis de la hospitalidad, pues por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite