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Amós 3:8 - Biblia Nacar-Colunga

8 Rugiendo el león, ¿quién no temerá? Hablando el Señor, Yahvé, ¿quién no profetizará?

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Biblia Reina Valera 1960

8 Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El león ha rugido, así que, ¿quién no tiene miedo? El Señor Soberano ha hablado, así que, ¿quién puede negarse a proclamar su mensaje?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Así, como nadie queda impertérrito al oír el rugido del león, así tampoco se negará nadie a profetizar cuando escucha lo que le habla el Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si Adonay YHVH habla, ¿Quién no profetizará?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Ruge el león: ¿quién no temblará? Habla Yahveh: ¿quién no profetizará?

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Amós 3:8
17 Referans Kwoze  

¡Oh mi (pueblo) trillado e hijo mío de la era! lo que he oído de parte de Yahvé de los ejércitos, del Dios de Israel, yo te lo he hecho saber.


Porque así me ha dicho Yahvé: Como león que ruge o como cachorro de león sobre su presa, contra el cual se reúne toda la turba de pastores, pero no se acobarda de sus gritos ni se turba ante el ruido de ellos, así Yahvé de los ejércitos descenderá a la lucha en el monte de Sión, en su collado.


Y aunque me dije: “No me acordaré de él, no volveré a hablar en su nombre,” es dentro de mí como fuego abrasador, encerrado dentro de mis huesos, y me he fatigado por soportarlo, pero no puedo.


y dijo Jeremías a los magistrados y a todo el pueblo: Yahvé me ha mandado profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todo lo que habéis oído.


En ese día yo haré nacer un cuerno a la casa de Israel. Y abriré en medio de ellos tu boca, y sabrán que yo soy Yahvé.


Dijo: Yahvé rugirá desde Sión, y desde Jerusalén emitirá su voz, y estarán en duelo los pastizales de los pastores y secaráse la cima del Carmelo.


Pero vosotros hicisteis beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis.


¿Rugirá el león en el bosque no habiendo presa? ¿Dejará oír su rugido el leoncillo en su cubil sin haber despojos?


porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.”


Id, presentaos en el templo y predicad al pueblo todas estas palabras de vida.


Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: “Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres.


Porque evangelizar no es gloria para mí, sino necesidad. ¡Ay de mí si no evangelizara!


Pero uno de los ancianos me dijo: No llores, mira que ha vencido el león de la tribu de Judá, la raíz de David, para abrir el libro y sus siete sellos.


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