Manases tuvo en los territorios de Isacar y de Aser: Betsán y las ciudades que de ella dependen; Jeblam y las ciudades de su dependencia; los habitantes de Dor y las ciudades de su dependencia; los habitantes de Endor y las ciudades de su dependencia; los habitantes de Tanac y las ciudades de su dependencia, y los habitantes de Megiddo y las ciudades de su dependencia.'
Manases no expulsó a los habitantes de Betsán y de las ciudades de ella dependientes, ni a los de Tanac, Dor, Jeblam, Mageddo y las ciudades dependientes de ellas, y los cananeos se arriesgaron a permanecer en esta tierra.
reunieron a los más valientes, y, después de marchar durante toda la noche, llegaron hasta Betsán, y, tomaron de sus murallas el cadáver de Saúl y los de sus hijos, se volvieron con ellos a Jabes, donde los quemaron.
Dijo, pues, Samuel: “Si de todo corazón os convertís a Yahvé, quitad de en medio de vosotros los dioses extraños y las astartés; enderezad vuestro corazón a Yahvé y servidle sólo a El, y El os librará de las manos de los filisteos.”