Cuando terminó de contar esto, Jesús les dijo a aquellos hombres: 'Les aseguro que cuando el cobrador de impuestos regresó a su casa, Dios ya lo había perdonado, pero al fariseo no. Porque los que se creen más importantes que los demás, son los menos valiosos para Dios. En cambio, los más importantes para Dios son los humildes'. Jesús bendice a los niños
Escúchenme bien, hermanos queridos: Dios eligió a la gente pobre de este mundo para que la confianza en Dios sea su verdadera riqueza, y para que reciban el reino que él ha prometido a los que le aman.
En ese momento, Jesús se dirigió a Dios y le dijo:
'¡Padre, tú gobiernas en el cielo y en la tierra! Te doy gracias porque no mostraste estas cosas a los que conocen mucho y son sabios. En cambio, las mostraste a gente humilde y sencilla.
'El Espíritu de Dios está sobre mí,
porque me eligió para dar
buenas noticias a los pobres.
'Dios me envió
para anunciar libertad a los prisioneros,
para devolverles la vista a los ciegos,
para rescatar a los que son maltratados
Al ver Jesús lo que estaban haciendo sus discípulos, se enojó con ellos y les dijo:
'Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan; porque el freino de Dios es de los que son como ellos.
Al que soporta las dificultades Dios lo *bendice. Porque cuando las supera, Dios le da el premio y el honor más grande que puede recibir: la vida eterna que ha prometido a quienes lo aman.
A los que dejen de hacer lo malo, Dios los bendecirá, pues les dará el derecho a comer de los frutos del árbol que da vida eterna. Ellos podrán entrar por los portones de la ciudad.
El ángel me dijo: 'Escribe esto: Benditos sean todos los que han sido invitados a la cena de bodas del Cordero'.
Y luego añadió: 'Esto lo dice Dios, y él no miente'.
Entonces yo, el Rey, les diré a los buenos: '¡Mi Padre los ha bendecido! ¡Vengan, participen del reino que mi Padre preparó desde antes de la creación del mundo!
Oigan bien esto: De todas partes del mundo vendrá gente que confía en Dios como confía este hombre. Ellos participarán de la gran cena que Dios dará en su reino. Se sentarán a la mesa con sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.
Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: 'Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan; porque el reino de Dios es de los que son como ellos'.
Pues tú dices que eres rico, que te ha ido muy bien y que no necesitas de nada. Pero no te das cuenta de que eres un desdichado, un miserable, y que estás pobre, ciego y desnudo.