El Hijo nos muestra el poder y la grandeza de Dios, porque es igual a Dios en todo, y con su gran poder hace que el universo siga existiendo. Él logró que Dios nos perdonara nuestros pecados, y después subió al cielo y se sentó a la derecha del trono de Dios. El Hijo de Dios es superior a los ángeles
Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con sus fdiscípulos, Dios lo subió al cielo. Allí, Jesús se sentó en el lugar de honor, al lado derecho de Dios.
Jesús le respondió:
--Sí, lo soy. Y ustedes me verán a mí, el fHijo del hombre, venir en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que Dios todopoderoso me da.
Jesús le respondió:
--Tú lo has dicho. Y déjame decirte que dentro de poco tiempo ustedes verán cuando yo, el Hijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.
subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios, en el lugar más importante, y gobierna a todos los ángeles y a todos los seres espirituales que tienen autoridad y poder.
Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.
Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.
¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.