Entonces me arrodillé a los pies del ángel para adorarlo, pero él me dijo: '¡No lo hagas! Adora a Dios, pues yo también le sirvo, igual que tú y que todos los que siguen confiando en el mensaje que les dio Jesús'.
Porque el mensaje que Jesús enseñó es lo que anima a la gente a seguir anunciándolo. La victoria del jinete
A ese monstruo lo adorarán todos los que no tienen sus nombres escritos en el libro del Cordero, que fue sacrificado. Ese libro fue escrito desde antes de que Dios creara el mundo, y en él están escritos los nombres de todos los que tienen vida eterna.