| Hebreos 10:10 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)10 Dios nos eligió porque Jesucristo obedeció sus órdenes al morir en la cruz, y ofreció su cuerpo como sacrificio una sola vez y para siempre.Gade chapit la Plis vèsyonBiblia Reina Valera 196010 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.Gade chapit la Biblia Nueva Traducción Viviente10 Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.Gade chapit la Biblia Católica (Latinoamericana)10 Esta voluntad de Dios, de que habla, es que seamos santificados por la ofrenda única del cuerpo de Cristo Jesús.Gade chapit la La Biblia Textual 3a Edicion10 En esa voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesús el Mesías una vez y para siempre.Gade chapit la Biblia Serafín de Ausejo 197510 Y en virtud de esta voluntad, quedamos consagrados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.Gade chapit la | 
Él no es como los otros sacerdotes, que todos los días tienen que matar animales para ofrecérselos a Dios y pedirle perdón por sus propios pecados, y luego tienen que hacer lo mismo por los pecados del pueblo. Por el contrario, cuando Jesús murió por nuestros pecados, ofreció su vida una sola vez y para siempre.
Si Cristo tuviera que hacer lo mismo, habría tenido que morir muchas veces desde que Dios creó el mundo. Pero lo cierto es que ahora, cuando ya se acerca el fin, Cristo se ha manifestado de una vez y para siempre. Se ha manifestado para ofrecerse como el sacrificio por el cual Dios nos perdona nuestros pecados.
Y si todo eso tiene poder, más poder tiene la sangre de Cristo. Pues por medio del Espíritu que vive para siempre, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha ni pecado. Su sangre nos purifica para que estemos seguros de que hemos sido perdonados, y para que podamos servir a Dios, que vive para siempre. El nuevo pacto
¡Imagínense entonces el terrible castigo que recibirán los que desprecian al Hijo de Dios y dicen que su muerte no sirve para nada! Porque al hacer eso insultan al Espíritu del Dios que los ama. También desprecian la muerte de Cristo, la cual les asegura el cumplimiento del pacto y les ha conseguido el perdón de sus pecados.