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Salmos 85:8 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

8 Escucharé lo que hablará Dios el SEÑOR; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se conviertan otra vez a la locura.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Presto mucha atención a lo que dice Dios el Señor, pues él da palabras de paz a su pueblo fiel. Pero no le permitas volver a sus necios caminos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Quiero escuchar lo que dice el Señor, pues Dios habla de paz a su pueblo y a sus servidores, con tal que en su locura no recaigan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Escucharé lo que dirá Ha-’El; YHVH hablará de paz a su pueblo y a sus santos, Para que no vuelvan a la insensatez.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Concédenos, Señor, ver tus favores y regálanos tu liberación.

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Salmos 85:8
29 Referans Kwoze  

Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se ensañaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.


Por lo cual hay perdón cerca de ti, para que seas temido.


El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo en paz.


Juntadme mis misericordiosos; los que pactaron mi pacto sobre sacrificio.


Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene.


Aunque majes al loco en un mortero entre granos de trigo a pisón majados, no se quitará de él su locura.


Crío fruto de labios, paz; paz al lejano y al cercano, dijo el SEÑOR, y le sanó.


Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué he de responder a mi pregunta.


La gloria de esta Casa postrera ser mayor que la de la primera, dijo el SEÑOR de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dijo el SEÑOR de los ejércitos.


Y de Efraín talaré los carros, y los caballos de Jerusalén; y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a los gentiles; y su Señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.


La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.


Y como fue tarde aquel día, el primero de los sábados, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los judíos, vino Jesús, y se puso en medio, y les dijo: Paz tengáis.


Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesús, las puertas cerradas, y se puso en medio, y dijo: Paz tengáis.


Después le halló Jesús en el Templo, y le dijo: He aquí, eres ya sano; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.


Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.


Dios envió Palabra a los hijos de Israel, anunciando el evangelio por Jesús, el Cristo; (éste es el Señor de todos).


A vosotros primeramente, Dios, levantando a su Hijo, Jesús, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.


mas ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, en los cuales queréis volver a servir?


Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;


Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.


Pero el fundamento de Dios está firme, el cual tiene este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.


Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros, si desecháramos al que habla desde los cielos.


Yo reprendo y castigo a todos los que amo: sé pues celoso, y enmiéndate.


No ponga ahora mi señor su corazón a aquel hijo de Belial, a Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal (loco ), y la locura está con él; mas yo tu sierva no vi los criados de mi señor, los cuales tú enviaste.


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