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Salmos 19:8 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

8 Los mandamientos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los mandamientos del Señor son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Las ordenanzas del Señor son rectas y para el corazón son alegría. Los mandamientos del Señor son claros y son luz para los ojos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Los mandamientos de YHVH son rectos, Alegran el corazón, El precepto de YHVH es puro, Alumbra los ojos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 La ley del Señor es apacible, reconforta el espíritu; sus testimonios son seguros, hacen sabio al ingenuo;

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Salmos 19:8
44 Referans Kwoze  

Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi observancia, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.


Los estatutos, y derechos, y ley, y mandamientos, que os dio por escrito, cuidaréis de cumplirlos todos los días, y no temeréis a dioses ajenos.


Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a enviar porciones, y a gozar de gran alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.


Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos;


para que guardasen sus estatutos, y observasen sus leyes. Alelu-JAH.


Mem Las obras de sus manos son verdad y juicio, Nun fieles son todos sus mandamientos;


NUN Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino.


Bendito tú, oh SEÑOR, enséñame tus estatutos.


AYIN Juicio y justicia he hecho; no me dejes a mis opresores.


Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.


La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.


En el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza.


Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.


En tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras.


Mis labios rebosarán alabanza, cuando me enseñares tus estatutos.


Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.


He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.


Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.


Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.


Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya hubiera perecido en mi aflicción.


Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.


Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;


El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas.


Tus testimonios son muy firmes; tu Casa, oh SEÑOR, tiene hermosa santidad para largos días.


Cuando tienen negocios, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.


Porque el SEÑOR da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.


Toda palabra de Dios es limpia; es escudo a los que en él esperan.


Porque el mandamiento es candela, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones del castigo;


Saliste al encuentro al que con alegría obró justicia. En tus caminos se acordaban de ti. He aquí, tú te enojaste porque pecamos; tus caminos son eternos y nosotros seremos salvos.


Se hallaron tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se llamó sobre mí, oh SEÑOR Dios de los ejércitos.


Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos, y los pongáis por obra.


porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.


Porque con el hombre interior, me deleito con la ley de Dios;


¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque (tampoco) conocería la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás.


Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios.


¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si alguna ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.


Y te alegrarás delante del SEÑOR tu Dios, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el levita que estuviere en tus puertas, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que estuvieren en tu tierra, en el lugar que el SEÑOR tu Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre.


Y te alegrarás en tu fiesta solemne, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el levita, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que están en tus poblaciones.


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