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Salmos 125:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

1 Canción de las gradas. Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Los que confían en el Señor están seguros como el monte Sion; no serán vencidos, sino que permanecerán para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Los que buscan apoyo en el Señor se parecen al monte Sión: inconmovible y estable para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Cántico gradual. Los que confían en YHVH son como el monte de Sión, Que no se mueve, mas siempre está firme.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Canto gradual. Quien confía en el Señor es como el monte Sión, que no vacila, que está firme por siempre.

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Salmos 125:1
41 Referans Kwoze  

Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos se dieron en sus manos, y todos los que con ellos estaban; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque esperaron en él.


Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed al SEÑOR vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.


Canción de las gradas. Al SEÑOR llamé estando en angustia, y él me respondió.


Canción de las gradas. Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.


Canción de las gradas: de David. Yo me alegré con los que me decían: A la Casa del SEÑOR iremos.


Canción de las gradas. A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.


Canción de las gradas: de David. Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel:


El SEÑOR ama a los que le temen; a los que esperan en su misericordia.


Ellos se arrodillaron, y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.


Bet Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.


Chet Bueno y recto es el SEÑOR; por tanto él enseñará a los pecadores el camino.


De David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?


Tau El SEÑOR redime el alma de sus siervos; y no serán asolados cuantos en él confían.


Dios está en medio de ella; no será conmovida; Dios la ayudará al clarear la mañana.


Bramaron los gentiles, titubearon los reinos; dio él su voz, se derritió la tierra.


El solamente es mi fuerte, y mi salud; es mi refugio, no resbalaré mucho.


¿Hasta cuándo maquinaréis contra un varón? ¿Mataréis todos vosotros como pared desplomada, como cerca derribada?


El solamente es mi fuerte y mi salud; mi refugio, no resbalaré.


En Dios es mi salud y mi gloria; peña de mi fortaleza; mi refugio es en Dios.


Cuando pasare el torbellino, el malo no será; mas el justo, fundado para siempre.


Regocíjate y canta, oh Moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.


¿Y qué se responderá a los mensajeros de los gentiles? Que el SEÑOR fundó a Sion, y que en ella tendrán confianza los afligidos de su pueblo.


Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado.


Confiad en el SEÑOR perpetuamente, porque en JAH, el SEÑOR está la fortaleza de los siglos.


Cierto, tornarán los redimidos del SEÑOR; volverán en Sion cantando, y gozo perpetuo será sobre su cabeza; poseerán gozo, y alegría; y el dolor, y el gemido huirán.


Que puse en tu boca mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí; para que plantases los cielos y fundases la tierra; y que dijeses a Sion: pueblo mío eres tú.


porque como a vestidura, los comerá polilla, como a lana, los comerá gusano; mas mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salud por siglos de siglos.


Despiértate, despiértate, vístete tu fortaleza, oh Sion; vístete tus ropas de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa, porque nunca más acontecerá, que venga en ti incircunciso, ni inmundo.


Y vendrán salvadores al Monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el Reino será del SEÑOR.


Y vendrán muchos gentiles, y dirán: Venid, y subamos al monte del SEÑOR, y a la Casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.


Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Celé a Jerusalén y a Sion con gran celo;


Clama aún, diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Aún serán ensanchadas mis ciudades por la abundancia del bien; y aún consolará el SEÑOR a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén.


que por él creéis a Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.


Y miré, y he aquí, el Cordero estaba sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el Nombre de su Padre escrito en sus frentes.


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