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Proverbios 10:17 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

17 Camino a la vida es guardar el castigo; mas el que deja la reprensión, yerra.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Camino a la vida es guardar la instrucción; Pero quien desecha la reprensión, yerra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Los que aceptan la disciplina van por el camino que lleva a la vida, pero los que no hacen caso a la corrección se descarriarán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Respetar las advertencias es caminar a la vida, no hacer caso de la corrección es perder su camino.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 El que acepta la instrucción va en la senda de la vida, Pero quien desecha la reprensión, yerra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Camino de vida es guardar la instrucción; quien descuida la reprensión se extravía.

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Proverbios 10:17
22 Referans Kwoze  

Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso , ¿por qué quieres que te maten? Y al cesar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha acordado destruirte, porque has hecho esto, y no escuchaste mi consejo.


ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía.


El que ama el castigo ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión, es carnal.


El castigo es molesto al que deja el camino; mas el que aborreciere la corrección, morirá.


El que tiene en poco el castigo, menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección, tiene corazón entendido .


El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado; y no habrá para él medicina.


Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano; y bienaventurados son los que la mantienen.


Ten el castigo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida.


Y él me enseñaba, y me decía: Sustente tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.


y digas: ¡Cómo aborrecí el castigo, y mi corazón menospreció la reprensión;


Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación.


Porque el mandamiento es candela, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones del castigo;


No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aíre a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?


Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.


Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros, si desecháramos al que habla desde los cielos.


Por lo cual es necesario que tanto con más diligencia guardemos las cosas que hemos oído, para que no nos escurramos.


Y alzando el viejo los ojos, vio a aquel viajante en la plaza de la ciudad, y le dijo: ¿A dónde vas, y de dónde vienes?


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