Hechos 9:18 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

¹⁸ Y luego le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ Al instante, algo como escamas cayó de los ojos de Saulo y recobró la vista. Luego se levantó y fue bautizado.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Al instante se le cayeron de los ojos una especie de escamas y empezó a ver. Se levantó y fue bautizado.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Y al instante° le cayeron de los ojos como escamas y recobró la vista, y después de levantarse, fue bautizado,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ Y al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, recobró la vista y fue bautizado.

Hechos 9:18 Referans Kwoze

Hechos 2:38

Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Cristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hechos 2:41

Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados; y fueron añadidas a ellos aquel día como tres mil personas.

Hechos 22:13

viniendo a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella hora le miré.

Hechos 22:16

Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su Nombre.

Hechos 9:17

Ananías entonces fue, y entró en la casa, y poniéndole las manos encima, dijo: Saulo, hermano, el Señor Jesus, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Hechos 9:19

Y cuando comió, fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.

Hechos 9:8

Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,

2 Corintios 3:14

(Y así los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descubierto en la lección del Antiguo Testamento, el cual en Cristo es quitado.

2 Corintios 4:6

Porque el Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la claridad de Dios en la faz del Cristo Jesús.