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Hechos 7:59 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

59 Y apedrearon a Esteban, invocando él y diciendo: Señor Jesus, recibe mi espíritu.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

59 Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

59 Mientras era apedreado, Esteban oraba así: 'Señor Jesús, recibe mi espíritu.

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La Biblia Textual 3a Edicion

59 Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba y decía:° ¡Señor Jesús, recibe mi espíritu!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

59 Mientras apedreaban a Esteban, él oraba diciendo: 'Señor Jesús, recibe mi espíritu'.

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Hechos 7:59
12 Referans Kwoze  

Vinieron entonces dos hombres perversos, y se sentaron delante de él; y aquellos hombres de Belial atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo sacaron fuera de la ciudad, y lo apedrearon con piedras, y murió.


En tu mano encomendaré mi espíritu; tú me redimirás, oh SEÑOR, Dios de verdad.


y el polvo se torne a la tierra, como era antes , y el espíritu se vuelva a Dios que lo dio.


Y será que cualquiera que invocare el Nombre del SEÑOR, escapará; porque en el Monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como el SEÑOR ha dicho, y en los que quedaren, a los cuales el SEÑOR habrá llamado.


Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, dió el espíritu.


y acontecerá que todo aquel que invocare el Nombre del Señor, será salvo.


Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su Nombre.


y aun aquí tiene facultad de los príncipes de los sacerdotes de prender a todos los que invocan tu Nombre.


Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este Nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos a los príncipes de los sacerdotes?


a la Iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, y a todos los que invocan el Nombre del Señor nuestro, Jesús, el Cristo, en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro;


Huye también de los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón.


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