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Ezequiel 2:8 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

8 Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo: No seas tú rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Hijo de hombre, presta atención a lo que te digo. No seas rebelde como ellos. Abre la boca y come lo que te doy».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Ahora, hijo de hombre, escucha lo que te voy a decir, no te rebeles como esa raza de rebeldes, sino que abre la boca y come lo que te doy.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pero tú, hijo de hombre, escucha lo que Yo te hablo. No seas rebelde como la casa rebelde. ¡Abre tu boca y come lo que te doy!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 'Tú pues, hijo de hombre, escucha lo que voy a decirte: No seas rebelde como la raza rebelde; abre la boca y come lo que voy a darte.'

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Ezequiel 2:8
19 Referans Kwoze  

Echó tinieblas, e hizo oscuridad; y no fueron rebeldes a su palabra.


El Señor DIOS me abrió el oído, y yo no fui rebelde; ni me torné atrás.


Porque el SEÑOR me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:


Y compré el cinto conforme a la palabra del SEÑOR, y lo puse sobre mis lomos.


Se hallaron tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se llamó sobre mí, oh SEÑOR Dios de los ejércitos.


Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, y no ven, tienen oídos para oír, y no oyen; porque son Casa rebelde.


Y yo hice así como me fue mandado; saqué mis aparejos de día, como aparejos de partida, y a la tarde horadé la pared a mano; salí de noche, y los llevé sobre los hombros a vista de ellos.


Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.


Tú, pues, hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la Casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los apercibirás de mi parte.


Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrase eres traído aquí. Cuenta todo lo que ves a la Casa de Israel.


Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló el SEÑOR, diciendo: En mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.


Y Jonás se levantó para huir de la presencia del SEÑOR a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagándole su pasaje entró en él, para irse con ellos a Tarsis huyendo de la presencia del SEÑOR.


Aarón será reunido a sus pueblos; pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de Meriba.


y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino de tal manera que seáis ejemplos de la manada.


Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito; y él me dijo: Toma, y trágalo; y él te hará amargar tu vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.


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