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Colosenses 3:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

1 Si habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está el Cristo sentado a la diestra de Dios.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Si pues fuisteis resucitados juntamente con el Mesías, buscad las cosas de arriba, donde está el Mesías sentado a la diestra de Dios.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Si, pues, habéis sido resucitados juntamente con Cristo, buscad lo de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios.

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Colosenses 3:1
39 Referans Kwoze  

Salmo de David. El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.


Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.


El camino de la vida es cuesta arriba al entendido, para apartarse del infierno abajo.


El corazón del sabio está a su mano derecha; mas el corazón del loco a su mano izquierda.


Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra y entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies?


Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y aun os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia, y que viene en las nubes del cielo.


sino haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan:


Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.


Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.


Y Jesús le dijo: YO SOY; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la Potencia de Dios , y viniendo en las nubes del cielo.


Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba al cielo, y se sentó a la diestra de Dios.


Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.


Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,


mas desde ahora el Hijo del hombre se sentará a la diestra de la potencia de Dios.


Porque David no subió a los cielos; pero él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,


Más él, estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesus que estaba a la diestra de Dios,


¿Quién es el que los condenará? El Ungido, Jesús, es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros.


Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz;


no mirando nosotros a lo que se ve, sino a lo que no se ve; porque lo que se ve, temporal es; mas lo que no se ve, eterno.


El que descendió, él mismo es el que también subió sobre todos los cielos para cumplir todas las cosas.)


Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.


Pues si sois muertos con el Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, decretáis ritos:


Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.


Pues, ¿A cuál de los ángeles dijo jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?


el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,


pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, está sentado a la diestra de Dios,


puestos los ojos en el Autor y Consumador de la fe, Jesús, el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió el madero, menospreciando la vergüenza, y fue sentado a la diestra de Dios.


Así que, la suma acerca de lo dicho es : Que tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos;


el cual está a la diestra de Dios, siendo subido al cielo; a quien están sujetos los ángeles, y las Potestades, y Virtudes.


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