Rut 2:16 - Dios Habla Hoy Versión Española

¹⁶ Y aun dejad caer algunas espigas de vuestros propios manojos, para que ella las recoja. ¡Que nadie la moleste!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ Además, arranquen de los manojos algunas espigas de cebada y déjenlas caer a propósito. ¡Permítanle recogerlas y no la molesten!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ En seguida se levantó para proseguir su trabajo, y entonces Booz dijo a sus trabajadores: 'Déjenla que incluso arranque espigas de las gavillas y no le llamen por eso la atención. Más aún, de vez en cuando vayan dejando caer de propósito algunas espigas para que ella pueda irlas recogiendo, sin decirle nada.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ Incluso dejaréis caer para ella algo de los manojos y lo abandonaréis para que ella lo espigue, y no la reprendáis.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ incluso dejad caer como al descuido para ella algunas espigas de los manojos, y permitid que ella las espigue sin reprenderla por eso'.

Rut 2:16 Referans Kwoze

Proverbios 19:17

Un préstamo al pobre es un préstamo al Señor, y el Señor mismo pagará la deuda.

Mateo 25:40

El Rey les contestará: ‘Os aseguro que todo lo que hicisteis por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicisteis.’

Romanos 12:13

Ayudad en sus necesidades a los que pertenecen al pueblo santo; recibid bien a los que os visitan.

Filemón 1:7

Estoy muy contento y animado por tu amor, ya que, gracias a ti, hermano, el corazón de los que pertenecen al pueblo santo ha sido consolado.

Hebreos 6:10

Porque Dios es justo y no olvidará lo que habéis hecho y el amor que le habéis mostrado al ayudar a los hermanos en la fe, como aún lo estáis haciendo.

Rut 2:15

Luego, cuando fue otra vez a recoger espigas, Booz ordenó a sus criados: –Dejad que también recoja espigas entre los manojos de cebada. No se lo impidáis.

Rut 2:17

Rut recogió espigas en el campo de Booz hasta que llegó la noche. Y lo recogido por ella dio, al desgranarlo, más de veinte kilos de cebada.