11 Moisés le dijo entonces a Aarón: 'Toma tu incensario, pon en él fuego del altar, échale luego incienso y corre hacia la comunidad con tu incensario. Harás la expiación por ellos, porque se ha desencadenado la cólera de Yavé y ha comenzado el castigo.
11 Dijo después Moisés a Aarón: 'Toma el incensario y pon sobre él brasas del altar, echa incienso y llévalo corriendo a esa comunidad para expiar por ella, pues la cólera de Yahveh se ha encendido y el azote ha comenzado'.
En cualquier pleito que vuestros compatriotas, los habitantes de las diversas ciudades, os presenten para que decidáis si una muerte es criminal o no, o para aplicar las correspondientes leyes, estatutos, reglamentos y ordenanzas, recomendadles que no cometan faltas contra el Señor, para que él no se enoje con vosotros y con ellos. Haced esto, y la culpa no será vuestra.
y después matará al chivo como sacrificio por el pecado del pueblo, y llevará la sangre a la parte que está tras el velo; allí la rociará encima y delante de la tapa, tal como hizo con la sangre del becerro.
De esa manera limpiará el santuario de todas las impurezas, rebeliones y pecados de los israelitas. Lo mismo debe hacer con la tienda del encuentro, la cual está en medio de ellos y de sus impurezas.
Pero apenas estaban empezando a masticar los israelitas la carne de las codornices, cuando el Señor se enfureció contra ellos y los castigó, haciendo morir a mucha gente.
Entonces el Señor dijo a Moisés: “Vuelve a poner el bastón de Aarón delante del arca del pacto, y guárdalo allí como advertencia para este pueblo rebelde. Así harás que dejen de hablar mal delante de mí, y no morirán.”