11 Entonces Herodes y sus soldados le trataron con desprecio, y para burlarse de él le pusieron un espléndido manto real. Luego Herodes se lo envió nuevamente a Pilato.
11 Entonces Herodes y sus soldados comenzaron a burlarse de Jesús y a ridiculizarlo. Finalmente le pusieron un manto real y lo enviaron de regreso a Pilato.
El Señor, el redentor, el Dios Santo de Israel, dice al pueblo que ha sido totalmente despreciado, al que los otros pueblos aborrecen, al que ha sido esclavo de los tiranos: “Cuando los reyes y los príncipes te vean, se levantarán y se inclinarán delante de ti, porque yo, el Señor, el Dios Santo de Israel, te elegí y cumplo mis promesas.”
los hombres lo despreciaban y lo rechazaban. Era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento. Como a alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no le tuvimos en cuenta.
Él les contestó: –Es cierto que Elías ha de venir primero y ha de poner todas las cosas en orden. Pero ¿por qué dicen las Escrituras que el Hijo del hombre ha de sufrir y ser despreciado?
Supongamos que estáis reunidos, y que llega un rico con anillos de oro y ropa lujosa, y le atendéis bien y le decís: “Siéntate aquí, en el lugar de honor”; y que al mismo tiempo llega un pobre vestido de andrajos, y le decís: “Tú quédate allá, de pie; o siéntate ahí en el suelo”,