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Jueces 1:7 - Dios Habla Hoy Versión Española

7 Entonces él dijo: “Antes yo les corté a setenta reyes los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, y los tuve recogiendo las sobras debajo de mi mesa. Pero ahora Dios me ha hecho a mí lo mismo que yo les hice a ellos.” Y le llevaron a Jerusalén, donde murió.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le llevaron a Jerusalén, donde murió.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Adoni-bezec dijo: «Una vez yo tuve setenta reyes sin los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, comiendo migajas debajo de mi mesa. Ahora Dios me devolvió lo que les hice». Y se lo llevaron a Jerusalén, donde murió.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Adoni-Besec dijo entonces: 'Setenta reyes, con los pulgares de las manos y de los pies cortados, recogían las migas debajo de mi mesa, hoy Dios me devuelve lo que hice'. Lo llevaron a Jerusalén y allí murió.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Entonces Adoni-bezec dijo: ¡Setenta reyes, a quienes hice cortar los pulgares de sus manos y pies, recogían migajas debajo de mi mesa! ¡Como hice yo, así me ha hecho ’Elohim! Y lo llevaron a Jerusalem, y allí murió.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Exclamó entonces Adoni Bézec: 'Setenta reyes, a quienes se les amputaron los pulgares de manos y pies, recogían migajas bajo mi mesa. Dios me paga mi merecido'. Le llevaron a Jerusalén y allí murió.

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Jueces 1:7
16 Referans Kwoze  

Le dirás: ‘Así dice el Señor: Puesto que mataste a Nabot y le quitaste lo que era suyo, en el mismo lugar donde los perros lamieron su sangre, lamerán también la tuya.’ ”


Mata el carnero, toma un poco de su sangre y unta con ella a Aarón y a sus hijos la parte inferior de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el dedo gordo del pie derecho. Luego rocía el resto de la sangre del carnero por los cuatro costados del altar.


¡Ay de ti, destructor no destruido, traidor no traicionado! Cuando acabes de destruir, serás destruido; cuando acabes de traicionar, serás traicionado.


En aquel tiempo actuaré en contra de todos los que te oprimen. Ayudaré a la oveja que cojea y recogeré a la extraviada; en toda la tierra convertiré en honor y fama los desprecios que les hicieron.


Por su conducta muestran que la llevan escrita en el corazón. Su propia conciencia lo prueba, y sus propios pensamientos los acusarán o los defenderán


Pues los que no han tenido compasión de otros, sin compasión también serán juzgados; pero los que han tenido compasión, saldrán victoriosos en la hora del juicio.


“A los que deban ir presos, se los llevarán presos; y a los que deban morir a filo de espada, a filo de espada los matarán.” ¡Ahí se verá la fortaleza y la fe del pueblo santo!


Por cuanto ellos derramaron la sangre de los que pertenecen a tu pueblo santo y de los profetas, también tú ahora les das a beber sangre. ¡Se lo han merecido!”


Y aunque Adonisédec huyó, ellos lo persiguieron y lo atraparon, y le cortaron los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies.


y que así pagara Abimélec el sangriento asesinato de los setenta hijos de Jerubaal, y que pagaran también los de Siquem por haberle ayudado.


Y Dios hizo también que los de Siquem pagaran por todos sus crímenes. Así se cumplió en ellos la maldición de Jotam, el hijo de Jerubaal.


Pero Samuel le dijo: –Con tu espada dejaste sin hijos a muchas mujeres. Pues igual que ellas quedará tu madre. Y sin más, Samuel lo descuartizó en Guilgal, ante el Señor.


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