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Joel 2:1 - Dios Habla Hoy Versión Española

1 Tocad la trompeta en el monte Sión, dad el toque de alarma en el santo monte del Señor. Tiemblen todos los que viven en Judá, porque ya está cerca el día del Señor:

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¡Toquen las trompetas en Jerusalén! ¡Den la alarma en mi monte santo! Que todos tiemblen de miedo porque está cerca el día del Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Toquen la trompeta en Sión! Den la alarma en mi monte santo. ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque está cerca el día de Yavé: ¡Ahí viene!

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Soplad el shofar° en Sión! ¡Suene la alarma° en mi santo monte! ¡Tiemblen todos los moradores de esta tierra! Porque ya está cerca el día de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma en mi monte santo! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día de Yahveh; sí, ya está cerca!

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Joel 2:1
53 Referans Kwoze  

Todo Israel llevaba así el arca del pacto del Señor entre gritos de alegría, el sonar de cuernos de carnero, trompetas y platillos, y la música de salterios y arpas.


que invadieron todo el país. Nunca antes hubo, ni habrá después, tantas langostas como aquel día,


Dad alaridos, porque el día del Señor está cerca; llega como un golpe del Todopoderoso.


Ya llega el día del Señor, día terrible, de ira y furor ardiente, que convertirá la tierra en desierto y acabará con los pecadores que hay en ella.


el día en que el Señor todopoderoso actúe contra todo hombre orgulloso y soberbio, contra todo hombre altanero, para humillarlo;


¡Yo mismo hice todas estas cosas, y así empezaron a existir! Yo, el Señor, lo afirmo. “El hombre en quien yo me fijo es el pobre y afligido que respeta mi palabra.


Escuchad la palabra del Señor, vosotros, los que respetáis su palabra: “Algunos compatriotas vuestros que os odian y persiguen porque invocáis mi nombre, dicen: ‘Que el Señor muestre su gloria: ¡queremos veros alegres!’ Pero quedarán en ridículo.


“Cuando comuniques al pueblo este mensaje, te preguntarán: ‘¿Por qué ha ordenado el Señor contra nosotros este mal tan grande? ¿Qué maldad hemos hecho? ¿Qué pecado hemos cometido contra el Señor nuestro Dios?’


Nadie celebrará banquetes fúnebres para consolar a los parientes, ni aun cuando se trate de la muerte del padre o de la madre.


“Anunciad esto en Jerusalén y en Judá, proclamadlo a son de trompeta por todo el país, gritadlo bien fuerte: ‘¡Vamos! ¡A reunirse! ¡A las ciudades fortificadas!’


Yo, el Señor, digo: ¿Es que no me teméis? ¿Es que no tembláis delante de mí? Yo puse la playa como límite del mar, un límite que el mar no puede pasar. Sus olas se agitan impotentes y rugen, pero no pueden pasarlo.


Pues diles: ‘Esto dice el Señor: Yo voy a hacer que no se repitan más esas palabras en Israel.’ Y diles también que ya está cerca el día en que se cumplirá todo lo anunciado en las visiones.


Y tú, hombre, ¡grita, chilla, porque está destinada a matar a mi pueblo, a todos los gobernantes de Israel! Están condenados a morir con mi pueblo, así que date golpes de dolor.


que ya se acerca: ¡se acerca el día del Señor! ¡Será un día nublado, un día terrible para las naciones!


Y cuando el centinela ve que los ejércitos enemigos se acercan al país, toca la trompeta y previene a la gente.


Pero si el centinela ve llegar los ejércitos enemigos y no toca la trompeta para prevenir a la gente, y los enemigos llegan y matan a alguien, este habrá muerto por su pecado, pero yo pediré al centinela cuentas de su muerte.’


“¡Aquí está el día! ¡Ya llegó! ¡Vino la destrucción! La maldad triunfa por todas partes y es mucha la insolencia.


Llegó el momento, vino el día. Ni el vendedor tiene de qué alegrarse, ni el comprador por qué ponerse triste. Voy a castigar con ira el orgullo de Israel.


y ordeno y mando que en todo mi imperio se respete y reverencie al Dios de Daniel. “Porque él es el Dios viviente y permanece para siempre. Su reino no será jamás destruido ni su poder tendrá fin.


Señor, sabemos que eres bondadoso. Por favor, aparta de Jerusalén tu ira y tu furor, porque ella es tu ciudad, tu monte santo. Toda la gente de las naciones vecinas se burla de Jerusalén y de tu pueblo, por culpa de nuestros pecados y los de nuestros antepasados.


“Yo seguí orando y confesando mis pecados y los de mi pueblo Israel, y presentando mis súplicas al Señor mi Dios por su monte santo.


¡Tocad el cuerno de guerra en Guibeá y la trompeta en Ramá! ¡Dad la alarma en Bet-avén! ¡Sembrad el desconcierto en Benjamín!


“Toca tu trompeta, como centinela que vigila sobre el pueblo del Señor. Porque han faltado a mi pacto y se han rebelado contra mi enseñanza.


¡Ay, que ya se acerca el día del Señor! ¡Día terrible, que nos trae destrucción de parte del Todopoderoso!


El Señor, al frente de su ejército, hace oir su voz de trueno. Muy numeroso es su ejército; incontables los que cumplen sus órdenes. ¡Qué grande y terrible es el día del Señor! No hay quien pueda resistirlo.


¡Tocad la trompeta en el monte Sión! Convocad al pueblo y proclamad ayuno;


El sol se volverá oscuridad, y la luna, como sangre, antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.”


Hay grandes multitudes en el valle de la Decisión, porque ya está cerca el día del Señor.


“Vosotros reconoceréis que yo, el Señor vuestro Dios, vivo en Sión, mi santo monte. Jerusalén será una ciudad santa: jamás volverán a conquistarla los extranjeros.


si la trompeta suena en la ciudad, la gente se alarma; si algo malo pasa en la ciudad es porque el Señor lo ha mandado.


¡Ay de los que ansían que llegue el día del Señor! ¿Sabéis cómo va a ser para vosotros aquel día? Será día de oscuridad y no de luz.


y él me preguntó: –¿Qué ves, Amós? –Una cesta de fruta madura –respondí. Me dijo el Señor: –Israel ya está maduro; no le voy a perdonar ni una vez más.


Lo mismo que hiciste con otros, se hará contigo: ¡recibirás tu merecido! “Ya está cerca el día del Señor para todas las naciones.


¡Ya está cerca el gran día del Señor! ¡Ya está cerca, viene de prisa! El estruendo del día del Señor será amargo: ¡hasta los más valientes gritarán entonces!


será un día de trompeta y de clamor contra las ciudades fortificadas y sus altas torres.


¡Guardad silencio en presencia del Señor, porque el día del Señor está cerca! ¡El Señor ha dispuesto un sacrificio y ha consagrado a sus invitados!


En aquel tiempo, pueblo mío, ya no te avergonzarás de ninguna de las acciones con que te rebelaste contra mí; pues entonces quitaré de ti a los altaneros y orgullosos, y nunca volverás a mostrar orgullo en mi santo monte.


Ya viene el día del Señor, cuando tus despojos, Jerusalén, serán repartidos en medio de ti.


Y he de volver a Jerusalén para vivir allí. Entonces Jerusalén será llamada Ciudad Fiel, y el monte del Señor todopoderoso será llamado Monte Santo.


El Señor todopoderoso dice: “Se acerca el día, ardiente como un horno, en que todos los orgullosos y malvados arderán como paja en una hoguera. Ese día que ha de venir los quemará, y nada quedará de ellos.


“Haz dos trompetas de plata labrada a martillo, las cuales te servirán para reunir a la gente y para dar la señal de partida.


Cuando se toquen las dos trompetas, todo el pueblo se reunirá ante ti, a la entrada de la tienda del encuentro con Dios.


Y si la trompeta no diera sus toques con claridad, nadie se prepararía para la batalla.


Por tanto, mis queridos hermanos, así como me habéis obedecido siempre cuando estaba entre vosotros, obedecedme más ahora que estoy lejos. Ocupaos de vuestra salvación con profunda reverencia,


Sabéis muy bien que el día del regreso del Señor llegará cuando menos se espere, como llega un ladrón en la noche.


Vosotros también tened paciencia y manteneos firmes, porque muy pronto regresará el Señor.


Ya se acerca el fin de todas las cosas. Por eso, sed juiciosos y dedicaos seriamente a la oración.


Porque ya ha llegado el gran día del castigo, ¿y quién podrá resistir?”


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