1 El Señor afirma: “En aquel tiempo sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes y de los jefes de Judá, de los sacerdotes, de los profetas y de los que vivieron en Jerusalén,
1 En aquel tiempo, dice Jehová, sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalén, fuera de sus sepulcros;
1 »En ese día —dice el Señor—, el enemigo abrirá las tumbas de los reyes y los funcionarios de Judá, las tumbas de los sacerdotes, los profetas y la gente común de Jerusalén.
1 En ese tiempo, dice Yavé, sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes de Judá; los de los príncipes, los de los sacerdotes, los de los profetas y los de los habitantes de Jerusalén.
1 En aquel tiempo, dice YHVH, sacarán de sus sepulcros los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los moradores de Jerusalem,
1 En aquel tiempo -oráculo de Yahveh- sacarán de sus sepulturas los huesos de los reyes de Judá y los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes y los huesos de los profetas, y los huesos de los habitantes de Jerusalén,
Y por orden del Señor habló con fuerte voz contra el altar, diciendo: “Altar, altar: El Señor ha dicho: ‘De la dinastía de David nacerá un niño, que se llamará Josías y que sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los santuarios en lugares altos que sobre ti queman incienso; y sobre ti quemarán huesos humanos.’ ”
Cuando Josías regresó y vio los sepulcros que había en la colina misma, mandó sacar los huesos que contenían y los quemó sobre el altar, profanándolo. Así se cumplió la palabra del Señor trasmitida por el profeta que había anunciado esto.
Después mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los santuarios paganos que allí había, y sobre ellos quemó huesos humanos. Después regresó a Jerusalén.
Y el pueblo al que ellos se dirigen morirá también por la guerra y el hambre, con sus mujeres, sus hijos y sus hijas. Los cadáveres serán arrojados a las calles de Jerusalén, y no habrá quien los entierre. Así les haré pagar su maldad.
Así dice el Señor: “Los de Moab han cometido tantas maldades que no dejaré de castigarlos; pues quemaron los huesos del rey de Edom hasta convertirlos en ceniza.